El Caballero de la derrota

El grosero error del arquero argentino, a los 8 minutos del segundo tiempo y que puso en ventaja a los croatas, fue determinante para la caída por 3 a 0.

Fue un horror determinante, de esos que definen partidos, porque te meten en un pozo del cual después es muy difícil salir, máxime cuando todo te está costando horrores y arrastrás falencias generales.

Por enésima vez, y pese a que ya en el primer tiempo nunca había dado sensación de seguridad y se había equivocado con los pies, Wilfredo Caballero quiso salir jugando tras recibir un nuevo pase atrás, esta vez de Gabriel Mercado, y su toque-pifia le dejó la pelota servida a Ante Rebic, quien sacó una volea impresionante para poner a Croacia arriba 1-0.

El blooper , que quedará en la historia de lo mundiales, fue un puntazo que se clavó en el centro de las pretensiones de una Argentina que repetía errores del pasado, lejano y presente, y que a duras penas sostenía el 0-0 frente a un rival más ordenado, más claro, más incisivo y mejor conducido. Por eso, nada de lo que pasó en el partido de ayer en el cual la selección albiceleste terminó humillada 3-0 por la croata puede entrar en un análisis sin considerar esa falla garrafal del arquero argentino.

A partir de entonces, Argentina entró en la desesperación. Sampaoli comenzó a meter delanteros como en el campito y el equipo siguió a la deriva sin nadie que lo rescatara de semejante confusión.

Noqueado, el equipo sólo tenía que esperar para saber cuántos golpes más recibiría. Al final, en total fueron tres, los suficientes como para pensar que el perdedor podrá recuperarse para la batalla final, esa en la que todavía puede meter una mano salvadora si se le dan un par de resultados.

De entrada, la pretensión de Argentina fue imponer su toque y dominio de pelota, pero si bien lo logró en cuanto a la tenencia le faltó cambio de ritmo desde la mitad de cancha para romper líneas y acercarse al arco defendido por Subasic, quien tuvo poco trabajo.

Croacia fue más concreto y punzante. Y a los 4 minutos Caballero ya se tuvo que esforzar para sacarle un tiro cruzado a Ivan Perisic, que el arquero tocó con la última capa de su guante izquierdo.

Al bodrio que se hizo el “23” con los pies, le siguió su mejor participación en esa etapa cuando sacó largo contrariando la directiva de salir jugando siempre. Su pelota le cayó a Marcos Acuña y el remate sin ángulo del mediocampista picó en el travesaño.

Fue un aviso, porque a los pocos minutos llegaría la más clara de Argentina cuando otra vez Acuña tuvo una participación clave, un defensor rechazó al medio y Enzo Pérez la tiró afuera sin explicación, casi desde el punto penal.

Croacia, con la batuta de un Luka Modric brillante, un verdadero director dentro de la cancha, respondió con un cabezazo de Mario Mandzukic, que todavía debe tener al grandote de la Juven- tus preguntándose cómo le erró a dos metros de Caballero.

Así, sin sobrarle nada y con un rival que siempre asomaba más sólido en su concepción, el final de la primera etapa le dio la chance a Argentina de ver si podía acomodar algo, incluso con otros intérpretes, porque Salvio, Meza y Pérezhabíanhechopocoynada.

Nada se modificó

Pero de nuevo el entrenador nada cambió. Croacia siguió siendo el dominador y a poco de iniciar el complemento llegó ese horror de Caballero que puso todo demasiado cuesta arriba para Argentina, en el partido y en el Mundial.

Entraron “el Pipa” Higuaín por Agüero y Cristian Pavón por Salvio, pero la desesperación seguía siendo el signo distintivo. Y tampoco sirvió demasiado el ingreso de Paulo Dybala por Enzo Pérez.

Así, en una contra perfecta que tomó a contrapierna a los volantes argentinos, a los 35 Modric clavó un golazo para marcar el 2 a 0. Después vino el tiro libre de Rakitic en el travesaño y a los 46, cuando el partido se moría y con Argentina sin reacción, una de las figuras del Barcelona marcó el tercero.

Fue un golpe durísimo para una selección sin alma ni ideas y que terminó desbarrancándose a partir de ese fallo de Caballero.