¿Feliz cumple?
Lionel Messi llega a los 31 años con la cara larga y envuelto en rumores sobre la salida de Sampaoli. Opinan periodistas de todo el mundo sobre el 10.
Será uno de los tantos, se espera que no sea el último. A Lionel Andrés Messi Cuccittini su cumpleaños lo sorprende otra vez en una competición internacional, como sucede con pocas interrupciones desde el Mundial Sub 20 de Holanda en 2005, que comenzó el 10 de junio de ese año y terminó, con Argentina campeón de la mano de “Leo”, el 2 de julio.
Desde entonces, concentrado entre mundiales y copas América, el rosarino festejó “cumples” en Alemania 2006, en Venezuela 2007 (empezó el 26 de junio), en Sudáfrica 2010, en Brasil 2014, en Chile 2015 y en Estados Unidos 2016. Hasta hoy, fueron seis entrenadores diferentes y decenas de futbolistas los que vieron a Messi apagar las velitas; habrá que esperar qué sucede este domingo si el jaqueado Jorge Sampaoli se suma a los festejos del capitán argentino. Con él, serían siete distintos.
El de hoy, en Rusia 2018, es el número 31 y sin dudas será uno de los menos felices de los últimos años, porque lo encuentra condicionado por la situación caótica y cercana al papelón que atraviesa Argentina, que el martes se jugará frente a Nigeria su pase a octavos de final en medio de una tremenda tensión interna. Y, además, con el “10” presionado después de haber disputado frente a Croacia uno de los peores partidos que se le recuerden con la celeste y blanca y con su liderazgo puesto en duda, pero con la convicción de la mayoría de que si alguien puede salvar a la selección, ese es él.
Luego de la dura goleada sufrida el jueves pasado en Nizhni Nóvgorod, el seleccionado debe ganar sí o sí ese partido en San Petersburgo para tener chances de clasificarse. Desde el viernes a las 3.30, cuando la delegación ingresó a su concentración tras el golpe recibido, el clima es irrespirable en el grupo.
El triunfo de Nigeria, que amplió las chances de clasificación, había
llevado un poco de alivio al corazón albiceleste y por eso el viernes a la noche hubo una reunión cumbre entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes en la cual se dijeron de todo en pos de unirse, recuperar fortalezas y rearmarse pensando en el último y decisivo juego de la primera fase. Ayer, en la práctica, más allá de los gestos adustos, todo lucía más encaminado, pero cerca de las 21 de Rusia (15 de Argentina) todo pareció podrirse de nuevo (ver La situación del entrenador).
En medio de ese temporal, Messi cumple 31 años y será uno de sus festejos más raros porque, además del escándalo y de la exposición en los que están metidos él y la selección que capitanea, estará sin la compañía de su mujer, Antonella, y de sus hijos, quienes están en Argentina e irán el martes a San Petersburgo.
Eso seguro no impedirá que sus compañeros y el resto de la delegación le celebren el cumpleaños, un ritual que ya se dio en esta etapa mundialista con los festejos del “Kun” Agüero y Javier Mascherano. Lo que no está claro es si se sumará Sampaoli, cuya relación con el plantel parece quebrada y lo que suceda hoy dará la medida de hasta dónde es esa ruptura.
Afuera también habrá celebra- ción, porque está previsto que hinchas se acerquen a respaldar a “Leo”. Como sea, todo indica que no será un muy feliz cumpleaños para Messi y habrá que ver si no es el último en este tipo de concentraciones. Si sigue o no en la selección dependerá mucho de lo que pase el martes, y el horizonte está cada vez más oscuro.