Francia, ese viejo conocido

Fue nuestro primer rival en las copas del mundo y el obstáculo por superar mañana para progresar en Rusia 2018. La selección de Francia volverá a interponerse en el camino argentino como ya lo hizo en Uruguay 1930, cuando el Mundial todavía era una idea en germinación y daba sus primeros pasos. O como en 1978, en ocasión del torneo jugado en suelo nacional, que a la larga le permitió a la Albiceleste levantar por primera vez el trofeo.

Mañana será el tercer duelo mundialista entre ambos, en un breve historial empeñado en ponerlos frente a frente cada cuatro décadas y que, hasta hoy, se ha saldado con sendas victorias argentinas (1-0 en Montevideo y 21 en cancha de River Plate). Eso sí, para los más cabuleros el dato no es menor, porque esos triunfos sobre los galos representaron eslabones para un mismo resultado: depositar a los nuestros enlafinal.

Al margen de esos encuentros, el historial general también otorga una buena señal: en los 11 choques registrados, hubo seis victorias albicelestes y apenas dos de los europeos, que sólo pudieron salir airosos en un par de amistosos: 4-3 en cancha de Boca Juniors (8 de enero de 1971) y 2-0 en el Parque de los Príncipes (26 de marzo de 1986).

Un abonado

El fútbol francés recién empezó a tutearse con las grandes potencias a partir de su coronación en 1998, cuando ganó en su casa el certamen ideado 70 años antes justamente por un dirigente de su país, Jules Rimet. Hasta entonces, su palmarés deportivo apenas exhibía el logro de una Eurocopa, también obtenida en su país, en 1984.

Pero los Bleus, como se conoce a su selección, fueron un animador reiterado de las competiciones internacionales. Y no sólo eso: en materia de mundiales, además del título obtenido de la mano del gran Zinedine Zidane hace 20 años, cuentan con algunos otros oropeles para presumir.

Para empezar, bien vale destacar que Francia fue uno de los 13 primeros seleccionados que tomaron parte de la edición inaugural de los mundiales, en la que apenas cuatro representativos europeos se atrevieron a la odisea de cruzar el Atlántico (los otros fueron Bélgica, Yugoslavia y Rumania). Como para ratificar su espíritu de pionero, un delantero galo, Lucien Laurent, anotó el primer tanto de la historia del torneo, en la victoria 4-1 sobre México con la que se abrió el campeonato.

Otra arista poco conocida de su fútbol es que, junto a Brasil,