A 70 años de la fundación del ACV
El 6 de julio de 1948, en la clínica del Doctor Juan Franchello, fue fundada la Asociación Cordobesa de Volantes (ACV), producto de la reunión de un grupo de amigos con la convicción de tener una entidad que difundiera los deportes mecánicos en Córdoba, que prácticamente había desaparecido con la Segunda Guerra Mundial, finalizada tres años antes.
No fue fácil la tarea encarada por los 65 socios fundadores, que en agosto de 1948, eligieron su primera Comisión Directiva, presidida por el escribano Ricardo Orórtegui, con su vicepresidente Carlos Capuano y Eduardo Céspedes como secretario, comenzando con la organización de pruebas de Regularidad. La primera de ellas denominada “Sierras Grandes”, el 3 de agosto de 1948 y ganada por Federico Andreíni.
Estas pruebas fueron la base para otras grandes realizaciones deportivas. La Fuerza Libre y los Sport en el circuito del Parque Sarmiento en octubre de 1949, ganada por Alfredo Pián (FL) y Carlos Lostaló (Sport). El empuje de más socios llevaron a la necesidad de contar con una sede propia y bajo la presidencia de Félix Demonty se comenzó a esbozar el proyecto que desembocaría en la construcción de la sede de calle Lavalleja, un predio triangular de 5.000 metros, con pileta de natación, salones de conferencia, restaurante, buffet y salones de fiesta, que lograron convocar a nuevos socios, aunque para ello, hubiera que dejar de lado la actividad automovilística por espacio de varios años.
Aquellos que pugnaban por las carreras, se fueron y fundaron el Córdoba Automóvil Club, hoy propietario del autódromo Oscar Cabalén. La propia ACV intentó construir su propio autódromo y pese a contar con un predio de 571 hectáreas en el camino a Pajas Blancas, kilómetro 14, los elevados costos, pese a que se hicieron rifas y se reunió dinero, nunca alcanzó para poder construirlo.
La Vuelta de Córdoba.
Una de las principales realizaciones automovilísticas de la ACV, fue la disputa de la Vuelta de Córdoba y pudo concretar su primera edición entre el 1 y 2 de julio de 1950, sobre dos etapas y una distancia total de 1.787 kilómetros, abarcando rutas de casi toda la provincia.
La etapa inicial tuvo 978 kilómetros y unió Córdoba con Las Varillas, Villa María, Ballesteros, Marcos Juárez, La Carlota, Laboulaye y final en Río Cuarto.
Eusebio Marcilla (Chevrolet), “el Caballero del Camino”, ganó la carrera. La Vuelta de Córdoba se convirtió en un símbolo de la ACV dentro del automovilismo.
Hoy ACV sigue los lineamientos de una institución abierta a la comunidad y, desde su sede de calle Lavalleja, es un faro para toda Córdoba.