Otro Weah quiere hacer historia
Timothy es hijo del legendario George Weah, goleador en los 90 y hoy presidente de Liberia. El delantero de 18 años juega en el PSG y quiere ser el mejor de la selección de Estados Unidos.
Así como los equipos y seleccionados europeos se nutren con jugadores nacidos en sus excolonias africanas o de hijos de africanos afincados en Europa, la representación juvenil de Estados Unidos también tiene una joya futbolística con raíces en un país africano sobre cuya fundación Washington tuvo un papel decisivo: Liberia.
El jugador es Timothy Weah, de 18 años, nacido y criado en Nueva York pero hijo del célebre delantero George Weah, que brilló Mónaco, Paris Saint Germain, Milan, Manchester City, Chelsea, quien hasta ahora es el único africano que recibió el Balón de Oro (en 1995) y que retirado del fútbol incursionó en política y es el actual presidente liberiano, un mandatario con la difícil tarea de conducir a su país a una democracia luego de años de tremendas guerras civiles.
Liberia, que significa tierra de libertad, fue el lugar elegido por sociedades filantrópicas y religiosas de Estados Unidos, con apoyo del gobierno, para que desembarcaran durante el siglo XIX miles de esclavos norteamericanos liberados. La intención era devolverlos a sus orígenes y el resultado fue una convulsionada nación africana, origen de los Weah que luego de un par de siglos volvieron a Estados Unidos.
Timothy nació en Nueva York en el año 2000. Allí se crió junto a su madre, su padre ya retirado que daba sus primeros pasos en política desde el exterior, y su hermano mayor George Weah Jr., que llegó a jugador profesional.
Timothy se formó en la New York Red Bull Academy y en 2014 fue fichado por el Paris Saint Germain, equipo en el que debutó como profesional y en el que marcó goles contra Bayern Munich en una copa de verano y el domingo pasado a Mónaco en la final de Supercopa de Francia.
Los amantes de las estadísticas le sacaron punta a sus lápices y anotaron que tras unos 8.516 días aproximadamente un Weah volvía a marcar para PSG en competencia oficial. Habían pasado algo así como 23 años (casi 24) desde que Weah padre, el pibe que jugaba descalzo con una naranja en las calles de Monrovia y que hoy es presidente, anotara por última vez para los parisinos.
Al joven Timothy, de quien se dice que es el futuro “fenómeno” del PSG, se le presentaron tres seleccionados para elegir: el de Liberia, el de Francia y el de Estados Unidos. Se decidió por el norteamericano y los estadounidenses amantes del fútbol se entusiasman. Se asegura que es el mayor talento que haya dado el fútbol del país en su corta historia, y estaría formando parte de una generación que ilusiona desde el seleccionado Sub 17.
“Quiero ser el mejor en la historia del fútbol de los Estados Unidos”, dice Timothy quien ya se convirtió en el primer jugador del siglo XXI en jugar para la selección mayor de su país, en un amistoso con Paraguay.
“Hay gente que me dice que no seré como mi padre... Que soy basura y que no debería jugar para Estados Unidos. Pero todo esto me impulsa a convertirme en la estrella que mi país está buscando”, dijo en una entrevista revelando que la elección de casaca nacional ya le había generado una temprana polémica profesional.
En PSG la llegada del DT alemán Thomas Tuchel lo favorece porque el entrenador es conocido por apostar por los jóvenes de sus equipos, y en la selección de los EE.UU. comparte cartel con el disputado juvenil Christian Pulisic, la joya “estadounidense”, y otros nombres que podrían cuajar en una generación de dorada. Los vientos parecen soplar a favor del talento de quien no quiere ser “la sombra de su padre”.