Urú Curé sigue en pleno vuelo
El líder supo esperar hasta el final para vencer a Tala con un try penal.
Más allá que Urú Curé dejó de ser desde hace ya un tiempo largo una promesa, su victoria de ayer ante Tala por 26 a 19 (4-1) no dejó de sorprender a propios y extraños. No tanto porque lo liquidó al encuentro prácticamente en la última jugada y con una receta de “la casa” como es forzar un try penal con el empuje del scrum, sino más bien por esa suerte de paciencia China que mantuvo a lo largo de los 80 y pico de minutos que duró el partido para lograr el objetivo de máxima. Algo que suele ser habitual en el equipo riocuartense, pero que en ésta oportunidad se potenció, puntualmente, cuando el marcador, durante 25 minutos de la segunda mitad, le fue adverso.
Un estado al que no suelen estar acostumbrados los dirigidos por Diego Ghiglione y que debieron padecer luego de haber jugado un gran primer tiempo en el que no pudo hacer diferencias por errores propios y virtudes ajenas, como fue la conmovedora defensa que le presentó el conjunto albinegro.
Es que haciendo honor a la verdad, la igualdad en siete puntos que arrojaron los primeros 40 minutos no se ajustaron a lo que realmente había sucedido.
Porque pese a que necesitó 24 minutos para llegar al ingoal de la mano de Francisco Abrile, su dominio territorial fue tal que el local necesitó 10 para recién arrimarse a las 22.
Igualmente es archisabido que Tala, pese a no estar pasando por su mejor momento, es un equipo que asume riesgos y los factura en cuanto la oportunidad se le presenta. Razón de más para entender que pese a no estar pasándola “joya” en el duelo con el pack, su volumen de juego por afuera lo tiene intacto, recordando la forma en que llegó el try de Guillermo Albrisi previa corajeada de Santiago Vergara tras una pelota recupe- rada y que luego recorriera todo el “espinel” de los tres cuartos hasta que llegó a sus manos para sellar un empate parcial.
Que seguramente le dio fuerzas como para sacarse la “mufa” y en 20 y picos de segundos, en la salida del segundo tiempo, Ignacio Lane abrochara en el ingoal un try que le cambiaría la cara al partido. O que lo destrabó, para ser más preciso. Que logró tener en vilo a los habitantes de las tribunas (de hecho se escuchó una voz desconocida pidiendo que lo terminarán ahí al partido) ya que mientras la visita mantenía su control con el pack, cada ataque de los dueños de casa los mantuvo en jaque hasta el final.
Un cierre que, como se palpitó no bien Juan Cruz Cignetti en su condición de capitán ordenó scrum “5” en lugar de ir al line, no podía terminar de otra manera que forzando al árbitro mendocino a cobrar la pena máxima. Algo que cualquiera en su sano juicio, seguramente, debe haber reconocido como justo ya tomando el camino del regreso.