Pavón hizo sufrir a Talleres con la “ley del ex”
Cristian Pavón le hizo sufrir a Talleres la “ley del ex”. Ya el pasado 1° de abril, en el segundo partido en la Bombonera entre ambos desde que la “T” volvió a Primera, el delantero cordobés generó un desparramo en la jugada previa del primer gol del Xeneize, el de Walter Bou, a los 28 minutos del primer tiempo. Boca ganó 2 a 1, pero “Kichán” no pudo anotar.
Pero ayer, en el minuto 8 del primer tiempo, cuando los motores todavía estaban calentando, vino el córner alto y pasado de Mauro Zárate y Brian Montenegro, en su intención de despejar el envío, se la sirvió a “Kichán”, afuera del área. El atacante, nacido en Anisacate, le sacudió. La pelota se desvió en Leo Godoy y se coló abajo, a la derecha de Herrera.
Pavón no gritó el tanto, bajó la cabeza y levantó los brazos en señal de perdón hacia el club que lo formó. Los hinchas de la “T” que estaban de incógnito en la Bombonera y los que lo seguían en Córdoba clavados frente al televisor, no lo podían creer. Si alguien de Boca no querían que les hiciera un gol era Pavón. Pero Cristian aprendió y perfeccionó en Boca aquello de la profesionalidad. Tuvo el gesto de no gritarle el gol en la cara a su exclub y disfrutarlo “puertas adentro”.
A Talleres lo lleva y lo cobijará en su corazón para siempre, pero quien viste la camiseta de Boca no puede tener contemplaciones. Ni siquiera con el corazón. Algunos de los periodistas cordobeses que fueron a cubrir el partido se quedaron esperando en la puerta del vestuario de Boca esperando que saliera para preguntarle sobre el tema. Algunos de ellos, lo conocen desde cuando despuntaba en el “Tallerito” y, más acá en el tiempo, cuando su figura comenzó a trascender en el Torneo Federal A.
Ayer se fue sin hablar. Con la alegría del triunfo de su equipo, pero también con la contrastante sensación de haber sido el verdugo del club que lleva en el alma, algo que demuestra cada vez que puede.