En Belgrano, ganó la nostalgia
El Pirata metió mucho ante Newell’s pero jugó poco. Otra vez Rigamonti fue la figura de los celestes en un pálido empate sin goles.
Nadie podrá decir que el equipo no corre o que no mete. Pero para escaparle a esta complicada situación en la tabla de los promedios, el equipo necesita empezar a realizar en cancha algo más, porque en el empate de ayer 0 a 0 ante Newell’s no mostró nada de juego y mucho de voluntad con desorden.
Con dos goles en tres partidos en condición de local se le hace difícil sumar de a tres. Es cierto que no ha perdido, pero no es una cuestión de resultados únicamente, sino que es una cuestión más profunda, más de juego.
El equipo fue cometiendo errores de principio a fin y se desdibujó en cancha al punto que pareció una escuadra sin patrón de juego y con poquitas ideas para solucionar las dificultades que el partido fue presentándole.
En tiempos de muchísimo análisis y en el que parecieran partidas de ajedrez las que se disputan más que partidos de fútbol, imaginarse un equipo que la revolea para adelante y espera alguna genialidad de su “10” o un acierto en el segundo balón, es como poco o fue poco lo que se mostró en cancha.
En Belgrano la “idea de juego” no se plasmó en el terreno en este partido y tratar de torcer la historia de un juego “a lo Belgrano” es poquito y pobre, porque no siempre puede ser con voluntad y garra para lograr lo deseado.
No hubo juego colectivo ni si quiera un ratito en toda la tarde. Porque mientras la visita manejó la pelota en el medio y sus centrales: Fontanini y Callegari le ganaron siempre a los delanteros Piratas. Fue la muy buena tarde de Rigamonti la que sostuvo a la “B” en partido hasta el final mismo del encuentro.
Todos atentos
No se puede entender como una cuestión actitudinal, porque todos dejan todo en campo y juegan hasta extenuarse. Pero no lo hacen de manera pareja y en el mismo lapso del encuentro.
Aquí una de las fallas clave del equipo de Lucas Bernardi. Cuando tiene la pelota no tiene juego ni conductor, cuando la pierde empieza a ejercer una presión despareja que hace que Balboa y Suárez corran a los defensores rivales sin que los del medio le den una mano y cuando a los volantes se les da por irse sobre los rivales, lo hacen desordenados y dejando espacios complicados de cubrir para los de atrás.
Mirá dónde estás
Belgrano llega a la quinta fecha, el 20 por ciento del campeonato, metido abajo y sin poder respirar con tranquilidad, porque si San Martín de Tucumán suma de a tres ante Vélez, caerá en zona de descenso directo.
Bernardi dijo antes del partido que “hay que convivir con las circunstancias del torneo” porque todos la conocían de ante mano y para corregir el rumbo deberán hacer más que meter y meter.
Cuando el arquero es figura algo no está bien en la defensa y si en el mismo partido los delanteros están desconectados o “ni la tocan” como dice la popular, o juegan lejos de todos los otros, otra cosa está peor. Y para completar el combo los que se salvan son los que raspan y se la pasan tirándose al suelo, se ha completado un cúmulo de voluntades que no han sido un equipo jugando con un patrón determinado.
Belgrano está complicadísimo con la tabla de los promedios y será una constante a lo largo de la Superliga, pero para torcer el rumbo debe mejorar en su juego.
Conmueve como los de las tribunas alientan y gritan tratando despertar a los jugadores. Ellos saben la que se juegan y quieren que los futbolistas también lo entiendan y reaccionen.
Así está el Pirata, todos saben qué se juegan en cada partido y con cada punto. Pero para despegar no sólo se puede jugar con “huevo”, hay que hacer más cosas en cancha y jugar de una forma más convincente.
ESTE PUNTO TERMINA SIENDO IMPORTANTE PORQUE NO TUVIMOS MERECIMIENTOS PARA GANAR EL PARTIDO. Lucas Bernardi
CREO QUE NOS COMPLICAMOS SOLOS. HUBO MUCHO ESPACIO ENTRE LAS LÍNEAS. ESTUVIMOS LARGOS. César Rigamonti