El fin de un ciclo; el inicio de una nueva oportunidad
Argentina cerró el Mundial con una derrota frente a Francia. Fue una amarga despedida para Julio Velasco.
La derrota de ayer frente a Francia significó el fin del paso de Argentina por el Mundial de Vóley de Italia y Bulgaria y también el cierre del ciclo de Julio Velasco al frente del seleccionado nacional.
Con un balance negativo de tres victorias y cinco caídas, cerrado con el 25/16, 25/20, 26/28 y 25/19 frente a los galos, la Albiceleste no podrá superar el 14° o 15° lugar en las posiciones finales del Mundial, con lo que habrá redondeado su segunda peor ubicación histórica (fue 22ª en Italia ‘78) en este certamen.
Sólo la histórica victoria sobre el campeón defensor Polonia quedará, a nivel resultados, como un broche de oro para la despedida del prestigioso entrenador platense, que deja su cargo por cuestiones personales y sin haber estado a la altura de la expectativa que generó su repatriación.
Desde que Velasco asumió en el cargo, el 24 de mayo de 2014, Argentina sólo consiguió un título: la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. Y tuvo en esa temporada, y en la siguiente, sus mejores actuaciones con los quintos puestos en la Liga Mundial 2015 y los Juegos Olímpicos 2016 (en los que cerró la primera fase como líder de su grupo).
Al margen de los resultados duros y fríos, sus metas cuando regresó al país después de haberse consagrado como uno de los mejores entrenadores de vóley del Siglo 20 eran difundir el vóley (durante su proceso Argentina jugó como local en diferentes puntos del país) y generar un salto de calidad en los jugadores y, por consecuencia, en la selección.
Lo bueno del Mundial
Los 14 jugadores que integraron la lista albiceleste en el Mundial tuvieron sus minutos en cancha. El cordobés Lisandro Zanotti es un caso testigo de ese “salto de calidad” que buscó Velasco y que, al margen de los resultados, consiguió en muchos aspectos en Italia y Bulgaria.
“Lechuga” rindió en cada ingreso e incluso se ganó la titularidad para enfrentar a Serbia. Como él, Maximiliano Cavanna se lució en el armado y hasta el arrebató el puesto al capitán Luciano De Cecco y el joven mendocino Agustín Loser (20) rindió en el centro del ataque, como compañero del siempre rendidor Sebastián Solé.
Sólo entre los opuestos Velasco no encontró regularidad, y será sin dudas un desafío claro para el cuerpo técnico que asumirá, con Marcelo Méndez a la cabeza.
Lo que se viene
Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 serán la primera prueba para “la nueva selección”.
Méndez asumirá en el cargo el año que viene y lo hará como part time, ya que seguirá como DT del Sada Cruzeiro de Brasil.
La manera en la que se dio su llegada al cuerpo técnico argentino demostró que lo que se busca es continuar un proceso. Sin poder contar con Velasco, sin dudas Méndez –por prestigio y resultados– era la mejor opción.
Su vínculo es por seis años, por lo que atravesará parte del ciclo olímpico rumbo a Tokio 2020 y toda la olimpíada posterior, que culminará con las justas de 2024.
“Quiero felicitar a Julio por el gran trabajo hecho todos estos años. Voy a intentar aprovechar esos frutos para el beneficio del vóley. Todos queremos resultados que pongan al vóley en un escalón más alto, y aunque es muy difícil, vamos a trabajar mucho por ver un equipo que represente al país por la actitud, sus formas y su juego”, prometió el futuro DT en su presentación. Que así sea.