Condicionados
Así llegarán al clásico del próximo domingo los entrenadores Lucas Bernardi, en Belgrano, y Juan Pablo Vojvoda, en Talleres. El que pierde, ¿se va?
Entre la tribuna y el campo de juego siempre hay empatía, para bien o para mal. Hay momentos en los que es difícil determinar si la onda –buena o mala– nace en las gradas e invade el césped, o si es al revés. Lo cierto es que ayer Belgrano no pudo con sus nervios y perdió valiosos puntos en su reducto que, hasta no hace mucho tiempo, parecía inexpugnable. Huracán le ganó 1-0 y a nadie le importó que el botín fuera exagerado.
La tarde había arrancado con aplausos a los jugadores, cuando la voz del estadio dio las formaciones. Pero el clima de nerviosismo predominante en Alberdi era indisimulable y tuvo –antes, durante y después del partido– una válvula de escape única: el entrenador Lucas Bernardi. Su nombre fue silbado cuando fue mencionado antes del juego, y acompañado de insultos cuando llegó el final. En el medio, la gente le pidió un cambio (Lugo) y el DT le dio el gusto; pero nada cambió.
Sólo un elemento hizo que la ira encontrara freno: la cercanía del clásico ante Talleres. Ahí es donde los hinchas tienen puestas sus expectativas. Y así lo hicieron saber aún antes de que el gol de Roa llenara de dudas al Villagra. “Que el domingo, cueste lo que cueste, que el domingo tenemos que ganar”, cantaron desde los cuatro costados.
En ese partido, Bernardi se jugará su continuidad. El propio DT no quiso ser explícito al confirmarlo, pero lo dejó claro en la conferencia de prensa pospartido. “Todas las derrotas te condicionan. Todo se pone en duda cuando no ganás. No sé si tiene valor analizar el juego. Es secundario cuando perdés. Dos resultados malos seguidos generan mucha incomodidad”, dijo.
No obstante, el entrenador se tomó unos minutos para analizar lo que había sucedido en el campo de juego. “Después del gol hubo 15 minutos en los que estuvimos desestabilizados. Nos fuimos del partido. Pero en el segundo tiempo recompusimos esa imagen. Si Rigamonti estaba o no era lo mismo”, aseguró.
Respaldo
Aunque está claro que en la tribuna hay un divorcio manifiesto con el técnico, la entrega de los jugadores estuvo fuera de discusión. Es común que el hincha confunda la falta de atributos futbolísticos con la falta del “factor H”. Pero Bernardi parece tener claro que lo que falló fue lo primero. “Estoy muy orgulloso de lo que brindaron los futbolistas en la cancha”, dijo en referencia a la entrega, que interpretó como una señal de respaldo.
El propio entrenador sugirió que el clásico será decisivo para él. “El ánimo no es bueno, pero tene- mos un partido muy importante por delante. Los clásicos son siempre partidos aparte. Te obligan a estar bien. Y siempre tienen implicancia en el futuro, a favor y en contra. Es parte del juego. Lo que se espera es ganar y es lo que intentaremos hacer”, analizó.
“Soy el responsable de la derrota. Mi cargo implica esta cuestión y ya lo tomo con naturalidad. Convivo con eso porque es parte de lo que nos toca”, amplió después. Y, por si hiciera falta, explicó que el ingreso de Lugo por Gil Romero fue una decisión del cuerpo técnico que no estuvo condicionada por el pedido que le hizo, a los gritos, la multitud: “Que la gente pida jugadores no hace que después esos futbolistas participen. La necesidad del partido y la mirada del cuerpo técnico es lo que decide”.
Para Belgrano se viene una semana especial. Es cierto que enfrentará a un Talleres que tampoco llega bien, pero en Alberdi empiezan a sentir el peso de un piano de cola en la nuca porque no hay gol; y sin gol no hay décimas ni centésimas que alimenten un promedio que, semana a semana, se viene devaluando más que el peso argentino.
VAMOS A ENCARAR UNA SEMANA ESPECIAL. ES UN PARTIDO IMPORTANTE PARA NOSOTROS. DEBEMOS ESTAR 100% CONCENTRADOS.
Leonardo Sequeira
QUERÍAMOS REGALARLE UN TRIUNFO A LA GENTE PARA LLEGAR DE LA MEJOR MANERA AL CLÁSICO. ES DURO Y DUELE.
César Rigamonti