El superclásico de los miedos y el de los plazos

El superclásico cordobés hace rato que se viene jugando. El próximo domingo comenzará de manera formal, pero en realidad desde el momento que se conoció el fixture todos marcamos el domingo 7 de octubre como el día en el que jugarán Talleres y Belgrano por la Superliga. “El” día de nuestro fútbol. El que tiene que ser una fiesta. Cargada de rivalidad, pero en paz. Y más aún cuando se confirmó que será con las dos hinchadas en el Kempes, en un hecho que no sucede de manera oficial hace más de cinco años.

Y en la previa, la “T” y la “B” no llegan de la mejor manera. No vienen jugando bien y eso se ve reflejado en los resultados. Ayer, ambos equipos perdieron y acumulan los mismos puntos, que los ubica de mitad de tabla para abajo. Está más que claro que el del próximo domingo será el clásico de los miedos. El de no perder. Porque una derrota ante el rival de toda la vida pone en peligro la continuidad del entrenador del equipo perdedor. De eso no hay dudas.

Durante la semana, antes de perder contra Huracán, Lucas Bernardi aseguró que no se ponía plazos para revertir este momento de Belgrano. Ayer, en conferencia de prensa, lo reiteró. Confía en sus dirigidos para levantar a la “B”.

Quienes no confían en el DT fueron los hinchas piratas. Hacía rato que no se los escuchaba cantar con tantas ganas contra un DT por la manera que hace jugar a su equipo, pidiendo por un jugador (Lugo) o no encontrando explicaciones del por qué no juega otro (Guidara).

En la otra vereda, fue el propio Vojvoda quien habló de no ponerse plazos luego de la derrota de Talleres en Paraná. Los simpatizantes albiazules hace rato que miran de reojo al entrenador. La figura de Kudelka aún se extraña en barrio Jardín y la paciencia con el nuevo DT parece haber llegado a su final.

Los hinchas no fueron a Paraná, pero todos se preguntaron cómo no entró antes Gonzalo Maroni para tratar de cambiar un poco el panorama. Recién puso al “10” cuando el equipo perdía 2-1.

“Que el domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, cantaban los hinchas celestes. Lo mismo habrán pensando los albiazules.

Ojalá que sea en paz y que haya un ganador para espantar los fantasmas de un empate que, a esta altura, no le conviene a nadie.