LO PEOR
El juego. Le cuesta acomodarse en cancha e imponer su idea, la que para nada es clara.
La precisión. Errores en las entregas a corta distancia y pelotazos sin destinos son una constante que lo llevó a poner en riesgo en largos pasajes el triunfo que tanto le costó.
El ataque. Siempre llega a posición ofensiva en forma tumultuosa, sin claridad y con ideas nada convincentes. Tendrá que mejorar muchísimo en el manejo de la pelota.