Dybala tuvo una gran actuación
El ex-Instituto fue la figura del triunfo argentino. Renzo Saravia también fue titular y luego entró Franco Vázquez.
Alguna vez coincidieron en los potreros de la Liga Cordobesa jugando para Instituto, Belgrano, Las Palmas y Barrio Parque. Y ayer fue el momento de que los tres jugaran para la selección argentina, en la era de la refundación, y en el césped del Mario Kempes. Con la gente que los vio jugar. ¿A quiénes? A Paulo Dybala, a Renzo Saravia y a Franco Vázquez. Los tres con tiempo suficiente para hacer su aporte a esta selección de Lionel Scaloni.
Argentina superó un amanecer traumático con el tiro de Giménez al travesaño y el atajadón de Marchesín a Fabián gracias al quinteto que Dybala armó con Paredes, Lo Celso, Martínez y Correa. La actuación del cordobés fue auspiciosa ya que debió ser parte del juego y generarlo, de acuerdo al nuevo concepto que cruzó de la era Sampaoli a la de Scaloni.
Sin Lionel Messi, se cree que el cordobés es el único que puede reemplazarlo, por más que su mejor versión viva en el área donde es un especialista mundial. Sin embargo, la actuación que registró anoche el ex-Instituto fue la mejor de todas en la selección. Más allá del tiro libre que fue asistencia para Funes Mori en el 1-0, Dybala participó de casi todas las acciones argentinas. Sobre todo en el primer tiempo y hasta que se fue reemplazado por Vázquez.
El goleador de la Juventus fue el primero en probar la resistencia de Ochoa a través de un tiro libre y de un remate desde lejos. Luego, ensayó dos encuentros de alto nivel con Lautaro, quien definió con cierto egoísmo, en la primera, y después, no pudo con la descomunal figura de Ochoa que volvió a ahogarle el grito de gol. Tiene el crédito abierto.
Un delantero más. En los mejores momentos de Argentina, Saravia fue parte. Paredes le metió un cambio de frente de 60 metros para despertarlo y, luego, lo empezó a usar Dybala, con pases profundos para que llegara al fondo y tirara el centro. En uno de ellos, De Paul se la jugó y el lateral la jugó para Icardi, pero fue Brizuela quien puso el 2-0. ¿Fue un delantero más? Casi, porque también llegó con posibilidades al área. Si fue bárbaro ante Neymar con su marca, lo ayer fue muy bueno en ataque.
“El Mudo”. “Olé, Olé... Mudooo, Mudooo”, pidió la gente desde que lo vio en el banco. Tuvo pocos minutos para gravitar, pero dejó destellos del gran jugador que hoy disfruta el Sevilla y que se formó en Barrio Parque y Belgrano.