Se complica el sorteo de arcos
La suspensión del árbitro David McNamara por parte de la Federación Inglesa por haber sorteado los arcos en un partido de la liga femenina de fútbol a través del método del “piedra, papel, tijera” en lugar de utilizar la tradicional moneda que obliga el reglamento de Fifa (Regla 8), generó preocupación en la familia arbitral, ya que la sanción constituye un antecedente peligroso para los colegiados, que pierden o extravían las monedas de sorteo más a menudo de lo que se piensa y se ven obligados a lanzar al aire los más diversos objetos sustitutos.
El maestro de árbitros Miguel Ángel Referatto, titular de la “Academia de Árbitros Siga-Siga”, única que dicta cursos de arbitraje a distancia por correo, confirma que no todo lo que arrojan los colegiados al aire frente a los capitanes antes de un partido son monedas. “Se han lanzado botones, medallas milagrosas, cospeles troquelados, fichas de casino, tapas de gaseosas, bocaditos Cabsha. Una vez se intentó con una maicena, pero se complicó porque el tierno alfajor se desintegró al impactar contra el piso”, rememoró el venerable educador.
Además, hay un vacío legal en la regla ya que no especifica el valor de la moneda que debe lanzarse, si es de curso legal, de qué tipo de metal o aleación debe estar compuesta (cobre, oro, plata, zinc, plomo), etc. “Qué pasa si un árbitro utiliza sin saberlo una moneda falsa y lo descubren. ¿Será sancionado? ¿Irá a la cárcel? ¿Qué es peor, utilizar una moneda trucha y hacer el juego a las organizaciones internacionales de falsificadores o el piedra, papel, tijera?”, se preguntan molestos los colegas del sancionado McNamara.
En caso de que la Fifa unificara el valor de la moneda a lanzar y lo fijara en dos euros, los europeos no tendrían problemas pero los sorteos de arcos en argentina se complicarían bastante. “Es lo que sucede cuando se queda atado a una moneda fuerte”, explica el economista José Balance. “A un costo por Euro de 41 pesos, para cumplir con un tarifa reglamentaria de dos euros, los árbitros argentinos deberían arrojar al aire unas 82 monedas de un peso, lo que convertiría al sorteo en una verdadera manchancha, con los jugadores lanzándose sobre las monedas sobre todo en los partidos de las empobrecidas ligas del ascenso”, explica el experto.
Mientras se profundiza la discusión sobre el uso de las monedas, la Asociación de Fútbol de Inglaterra manifestó que la objeción al método utilizado por McNamara no pasa por el infantilismo sino por la posibilidad de que exista un acuerdo espurio entre los capitanes de los equipos que desvirtúe la esencia del sorteo, que es el azar. “Los capitanes se ponen de acuerdo, uno pone papel el otro tijera, el primero pierde, el segundo elige para qué lado ataca y los hinchas son los perjudicados”, explica un dirigente preocupado por las repercusiones de la sanción al árbitro inglés. “Debemos despejar todo tipo de dudas en los sorteos, los sorteos no se manchan... más de lo que ya están”, se sinceró el directivo recordando los rumores de bolas calientes y frías en los copones de sorteo de copas internacionales europeas, turbias maniobras térmicas que fueron reconocidas por el propio Joseph Blatter desde su retiro.
Lo cierto es que en el momento del partido y con la televisión apurando al árbitro para que todo empiece, se le debería permitir al colegiado que perdió o fue despojado de su moneda reglamentaria, apelar a un sistema alternativo, pero fijándole ciertas pautas para evitar situaciones complicadas: “Qué es lo que pasaría si el árbitro dice que pensó un nombre y el capitán que lo adivina gana. Considerando una base de millones de nombres de pila en el mundo, que incluye a los exóticos, los capitanes podrían pasar horas sin acertar sobre todo si el colegiado se pone en duro y no da ninguna pista”, explica Miguel Bolilla, asesor en sorteos de Lotería Nacional.
En principio, la fórmula sobre la que habría más consenso para estos casos es la célebre y ancestral “pisadita” de los potreros: el capitán que pisa a su rival gana, elige y se empieza el juego. Pero en la Fifa los partidarios más ortodoxos del Fair
Play consideran que ese método conlleva un foul sin pelota, con el agravante de que se cometería antes del inicio del partido. Todo se complica, y árbitros y capitanes piden garantías.
UN ÁRBITRO INGLÉS RECURRIÓ AL PIEDRA, PAPEL, TIJERA PARA LA ELECCIÓN DE ARCO O SAQUE. EL REFERÍ FUE SANCIONADO.