Bonsegundo, cordobesa mundial
Florencia Bonsegundo, de Morteros, todavía no cae. Hizo el tanto clave con el que Argentina volvió al Mundial.
LO QUE SE LOGRÓ FUE EL PRIMER PASO, AHORA NECESITAMOS UNA PREPARACIÓN FUERTE. EL OBJETIVO ES PASAR LA FASE DE GRUPOS.
RECIÉN AHORA ESTAMOS CAYENDO SOBRE LOS QUE NOS TOCÓ VIVIR. FUE HISTÓRICO PARA NOSOTROS Y PARA EL FÚTBOL FEMENINO.
Eliana Stabile saca el lateral desde el sector izquierdo y la pelota le queda a Florencia Bonsegundo (25), quien se deshace de su rival con un “sombrero” y luego desborda buscando a una compañera en el área. Lanza un centro con la zurda y la pelota termina en el fondo de la red de Bailey, arquera de Panamá. Argentina igualaba 1 a 1 el partido del repechaje clasificatorio al Mundial de Francia y el banco explotaba de felicidad.
Fueron 180 minutos de muchas emociones jugados a principio de noviembre los que vivió la selección femenina para cumplir el objetivo de volver a un mundial tras 12 años. El 4-0 logrado en la ida había sido el corolario de una noche muy especial donde el estadio de Arsenal se llenó para verlas.
Florencia Bonsegundo nació en Morteros y desde hace nueve años forma parte de la albiceleste. Se fue a Buenos Aires a los 17 años y hoy juega en el Huesca de la primera división de España. Es una de las capitanas de la selección y se ilusiona con que lo que pasó ese 8 de noviembre en Sarandí sea el comienzo de una nueva realidad en nuestro país. Desde Europa, Florencia analizó para Mundo D todo lo que lograron en este 2018 inolvidable.
–¿Caíste en la cuenta de lo que fue esa serie con Panamá?
–Recién ahora estamos cayendo sobre lo que nos tocó vivir. Fue histórico para nosotras y para el fútbol femenino en general. Lo que logramos en Argentina, la visibilidad y poder llenar un estadio, fue único. Ojalá que se siga repitiendo. Ver niñas pequeñas o mujeres en una cancha de fútbol fue increíble. Ahora ya está, la clasificación no es más un sueño. Ya podemos despertar porque estamos adentro.
–¿Se dieron cuenta lo importante que fue lo que pasó esa noche en Arsenal?
–Para nosotras la previa fue lo más emocionante que nos tocó vivir con la selección. Recibimos apoyo de jugadores que no pensábamos. Nos hablaron Juan Pablo Sorín, Lionel Scaloni y Jorge Burruchaga. No lo esperábamos por la situación que vive el fútbol femenino en Argentina. Estaba en el predio y no me quería ir más. Nos pasaron cosas muy lindas.
–¿Qué se te pasó por la cabeza cuando viste la cancha repleta contra Panamá?
–La verdad es que fue muy emocionante. Durante el himno no sabíamos si reírnos, llorar o saltar. Ver a mi familia en la tribuna fue único, no me lo podía sacar de la cabeza. Durante la entrada en calor fue cuando más nos sorprendimos. Luego en el partido ya estábamos concentradas para jugar. Después al final nos quedamos festejando con la gente, en agradecimiento por haberse acercado.
–¿Sintieron la presión ante la gran expectativa generada?
–No, creo que en el partido de ida la sintieron más ellas. Nosotras fallamos un penal y seguimos como si nada. Hasta pudimos haber metido más goles. Allá sabíamos que iba a ser complicado porque ellas iban a salir a buscar con todo. Nosotras teníamos que cuidarnos, algo de nervios tuvimos, pero jugadoras que habían sido claves en la ida no aparecieron tanto. En el entretiempo hubo una charla dura entre nosotras y el cuerpo técnico. Nos dijimos que no teníamos que tirar todo lo bueno que habíamos hecho en Argentina. Por eso en el segundo tiempo salimos con otra imagen a jugar.
–Y tu gol dio gran tranquilidad al equipo.
–Justo el técnico hace un cambio y me pone como delantera. Me quedé en el costado porque Banini se fue por el medio. En ese momento me queda la pelota y quiero tirar el centro pero salió al arco. Fue increíble y un gran desahogo haber puesto el 1-1. Nos dio la tranquilidad de decir “ya está”. No se nos podía escapar. A ellas también las liquidó ese gol y el partido se planchó. La clasificación y ese gol son de lo más importante de mi carrera.
–¿Qué sería para ustedes hacer un buen Mundial?
–Lo que se logró fue el primer paso, ahora sabemos que necesitamos una preparación fuerte. El objetivo primario es pasar la fase de grupo, algo que Argentina nunca pudo hacer. Tenemos material para hacerlo. Se logró algo muy importante, un gran cambio en el fútbol femenino. Ojalá que después del Mundial se siga entrenando, porque los verdaderos equipos hacen eso, se preparan muchos años para jugar una Copa del Mundo.
–¿Cómo fueron estos seis meses jugando en España, en el Huesca?
–Era algo que lo venía pensando y soñando desde hace mucho tiempo. Desde el primer momento que me dijeron en venir no lo dudé. Se dio justo este año donde me tocó estar mucho tiempo afuera, pero era el momento justo para dar este salto. Después de haber tenido una buena Copa América no lo quería dejar pasar. Espero que sea el puntapié inicial para muchas cosas, no me quiero quedar sólo con esto que logré.
–¿Qué se siente poder vivir del fútbol?
–La vida acá es bastante distinta. Por la mañana voy al gimnasio y a la tarde me entreno. La liga es muy competitiva, diferente a la de Argentina. Vivo de mi sueldo y por primera vez puedo decir que soy profesional. Yo firmé contrato por una temporada. En mayo del año que viene termina y ahí veremos si el club quiere renovar o si tenemos otras opciones. Mi intención es hacer un buen papel y mejorar lo que vengo haciendo hasta ahora.
–La Copa América les permitió a muchas dar ese salto para ser profesionales.
–Sí, fue una vidriera muy importante. De hecho, lo pensábamos antes de jugarla. Decíamos entre nosotras que si rendíamos bien se podían venir estas oportunidades. Además estamos en una edad justa para partir y seguir creciendo. Además, luego de ese torneo aparecieron sponsors y marcas que llegaron para apoyarnos. Estamos viviendo un momento muy importante para el fútbol argentino.