Belgrano, la Copa y lo que viene
El Pirata visita a Lanús, donde hace 20 días perdió por el torneo. Mientras piensa en el rearmado para la B Nacional, quiere darle una alegría a su gente. Habrá 2.000 visitantes.
En medio de un panorama cargado de incertidumbre porque aún no hay precisiones de quién será el entrenador para la B Nacional, cuáles de los jugadores que estarán esta tarde en Lanús seguirán y cómo se armará el equipo para jugar en el ascenso, Belgrano visitará al Granate a las 15.30 por la revancha de la fase inicial de la Copa de la Superliga.
El Pirata ganó el partido de ida hace una semana en Alberdi por 3 a 2, con lo cual empatando o ganando avanzará en el torneo. Pero perdiendo por un gol (si el Celeste no marca más de dos tantos) quedará eliminado, porque en caso de empate en puntos, sigue en carrera el equipo que más goles convirtió de visitante en esta fase. Solamente se definirá por disparos desde el punto penal si el local se queda con un triunfo por 3 a 2.
Mira hacia adelante
Más allá que la llave y la posibilidad de avance en el torneo suena tentador y hasta factible, lo realmente importante para el equipo cordobés es analizar en cancha con qué se puede quedar para afrontar el torneo de la B Nacional, porque el descenso es una realidad y no prepararse para jugarlo sería el primer error en una carrera por el regreso que no permite distracciones ni tiempos muertos o de espera prolongada.
Es tan alta la incertidumbre que la mente de los socios e hinchas se divide en porciones iguales por saber cómo se sostendrá la estructura en el futuro inmediato, qué se les dirá en la asamblea del próximo lunes 29, quiénes serán los responsables de contratar los refuerzos, qué jugadores estarán vistiendo la celeste en el ascenso y si estará o no “el Ruso” Zielinski de regreso por Alberdi.
En ese camino se cruza este partido, que puede terminar siendo altamente beneficioso si se toma como “prueba” para algunos futbolistas o para saber con qué se puede contar o con qué no, de cara a lo que vendrá en el corto plazo.
Lo dijo el presidente Jorge Franceschi hace poco: “Quedan 100 días para el inicio de la B Nacional”. Y por eso no deberá esperar mucho, porque el tiempo no tiene pausa y corregir con el reloj como enemigo no es buen consejo para Belgrano en general, porque le ha pasado que los apuros le salieron mal casi siempre.
El Pirata visita a Lanús por la Copa de la Superliga, mientras espera que su herida cierre o al menos deje de doler, porque su corazón ha sangrado de locuras, de utopías y de agonías.
El partido en sí no es lo que importa para la gente del Pirata, sino lo que vendrá, lo que está a la vuelta de la esquina y de lo que se alimentará en el corto plazo su sueño de regresar cuanto antes a la Primera División.