Mundo D

El futuro ya llegó hace rato

Rosario Carranza está por cumplir 16 años y a los 13 debutó en la “U”. Forma parte de la nueva generación de jugadoras que sueña con un futuro diferente.

- Ana Dalmasso adalmasso@lavozdelin­terior.com.ar

Rosario tenía 11 años y jugaba en la plaza del barrio Teodoro Fels con sus vecinos. Todos los días la pasaban a buscar, y ella era feliz. Pero junto con sus papás Juan Carlos y Carolina hacía un tiempo que estaban buscando un club donde jugar. Muchos les decían que era muy chica, hasta que le contaron que en Universita­rio había una escuelita de fútbol femenino. El club le quedaba cerca, así que hasta ahí fue. A partir de ese momento comenzó su corta pero intensa carrera en la Liga Cordobesa.

Para Rosario, el fútbol nació mucho antes, por herencia familiar. “Mi familia es muy futbolera y yo seguía a mi hermano Dante a todos los lados, lo que él hacía, yo también lo quería hacer. Desde que le regalaron una pelota empecé a jugar con él”, le dijo a Mundo D.

En 2017, se implementó el torneo de Reserva en la Liga, por lo que muchas jugadoras de la escuela de fútbol de la “U” se sumaron al plantel de primera para completar ambos equipos. Entre ellas estaba Rosario, de apenas 13 años. Ya en sus primeros entrenamie­ntos mostró toda su capacidad de control de la pelota, la que manejaba con una zurda poco frecuente para alguien de su edad.

Su figura espigada y su pelo rizado no la hacían pasar inadvertid­a dentro de la cancha. Así fue que antes de cumplir los 14 fue citada para un encuentro de primera, frente a All Boys. “Entré en el segundo tiempo y el DT me puso como ‘9’. Por suerte ganamos pero no hice mucho en el partido. Me acuerdo que cuando me citó entre las suplentes estaba muy contenta y con ganas de jugar en cancha de 11. Me quedó el momento cuando nos cambiábamo­s en el vestuario, después la arenga de nuestra capitana”, confesó.

Su puesto

Rosario siempre jugó de volante, más allá de aquel partido de su debut. Jugó en todos los sectores del mediocampo, pero le costaba encontrar su lugar dentro de la cancha. Mientras tanto, disfrutaba de los encuentros de reserva junto a sus amigas, al tiempo que jugaba algunos minutos en la primera. Llegó su primer gol, frente a Brown de Malagueño, en una goleada del Estudioso. “Hice creo el quinto gol, esos que no suman mucho, ja ja. No lo grité mucho porque soy más de festejarlo para mí, de abrazarme con mis compañeras e irme para el medio. Si están mis papás se los dedico a ellos, pero no mucho más. En estos dos años, entre reserva y primera, debo tener cerca de 15”, contó.

Actualment­e, y tras dos años, Rosario siente que finalmente encontró su lugar. En este torneo está jugando como volante central. “Tengo el respaldo de la defensa y veo todo el campo, para poder distribuir mejor la pelota. También después de dos años fui aprendiend­o mucho más sobre el juego y me adapto mejor. Físicament­e también aprendí a administra­r la energía. Técnicamen­te me siento mejor y la lectura del juego ya la tengo más automática”, sostuvo.

El fútbol para Rosario es una pasión. Se confiesa fanática de Boca, como su mamá. Su papá y hermano son de River, así que en su casa las cargadas son una cosa cotidiana. Pero además de ver los partidos del equipo de Gustavo Alfaro, también se hace un lugar para ver algo de Europa. “Cuando puedo miro la Champions League. Pero no lo hago como si fuera una película, trato de tomar cosas y aprender de los jugadores. También pregunto mucho, sobre todo a mi entrenador, cuando tengo dudas”, sostuvo.

Primero, el estudio

Rosario cursa quinto año del secundario, en el colegio San Buenaventu­ra. Para sus papás Juan Carlos (periodista) y Carolina (profesora de inglés) el estudio es una prioridad y por eso les inculcan siempre la responsabi­lidad de cumplir con la escuela.

Rosario forma parte de la nueva generación de futbolista­s argentinas cuyo camino está mucho más allanado para soñar. Pudo formarse con chicas de su edad y gracias a la creación de la Liga Cordobesa femenina, desde muy pequeña integra un equipo con competenci­a continua año a año.

Si bien para ella el fútbol todavía es un hobbie, sabe que hoy en día las oportunida­des son mayores, dentro y fuera del país. Junto a sus padres, la idea es poder aplicar para obtener una beca de estudio en Estados Unidos, que al mismo tiempo le permita continuar jugando al fútbol. “El ‘no’ ya lo tengo, pero varias compañeras de otros clubes piensan lo mismo y vamos a probar”, soñó Rosario.

El futuro ya llegó hace rato y se puede ver todos los fines de semana en la Liga Cordobesa. Muchas adolescent­es, como Rosario, ya no tienen miedo de soñar y el único límite que tienen es el que ellas mismas se impongan. Fútbol femenino. Zona C: All Boys 7-Juvenil de Barrio Comercial 1, Instituto 1-Las Palmas 2 y Deportivo Norte 0Argentino Peñarol 2. Libre: Atalaya. Zona B: Amsurrbac 0Lasallano 0, Huracán 5-Villa Siburu 0 y Unión Florida 0Universit­ario 3. Libre: Racing. Zona A, en Juniors, hoy, a las 11, Unión San Vicente-El Carmen; a las 13, Las FloresBelg­rano; y a las 15, Villa Azalais-Juniors. Libre: Cibi. Zona D, en el Polideport­ivo Malvinas, a las 10, Atlético Carlos Paz-Camioneros; a las 12, Medea-Barrio Parque; a las 14, Deportivo Alberdi-La Unión; a las 16, Defensores Central Córdoba-Talleres.

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