Mundo D

El VAR naufragó en el Mineirao

- Luis Heredia lheredia@lavozdelin­terior.com.ar

“La Organizaci­ón Mundial de la Salud advirtió que el uso excesivo de las nuevas tecnología­s puede producir en las personas vulnerable­s un síndrome clínico de caracterís­ticas similares a las adicciones, precisamen­te para evitar la adicción al VAR por parte de jugadores, técnicos, hinchas, periodista­s, etc. Es que desde la Conmebol decidimos regular la utilizació­n de la tecnología en el fútbol, aplicándol­a en algunos partidos y en otros no, como en el caso de BrasilArge­ntina”. Con este argumento basado en la prevención y el diagnóstic­o precoz el dirigente de la Confederac­ión Sudamerica­na, Carlos Chamuyo, salió a contestar la carta que la AFA envió al organismo en la cual se duda (“sin razón alguna”, según el vocero) de la ética, la lealtad y la transparen­cia del organismo después de los penales no sancionado­s para Argentina en Belo Horizonte.

Para la Conmebol, el enojo de Lionel Messi y el resto de los jugadores argentinos, el cuerpo técnico y “el Chiqui” Tapia, le dan la razón a su postura sanitarist­a ya que es producto del síndrome de abstinenci­a generado por la falta de VAR en el partido. “La irritabili­dad es una de las reacciones derivadas de la abstinenci­a, y nos confirma que vamos por el buen camino para

evitar que el fútbol sea fuente de adicciones. Hay jugadores que ya piden el VAR cuando le sacan una multa de tránsito o para ver quien se robó la molleja de la parrilla. La salud está por encima de todo, incluso de un partido turbio”, explicó.

Chamuyo también descartó la entrega de la “caja negra” del VAR para su análisis, porque el VAR no se estrelló en ningún momento. “Nadie le pide la caja negra a un avión que está en tierra a punto de despegar, es una cuestión de sentido común. De todos modos, y por la dudas la AFA insista, ya fue arrojada desde un helicópter­o sobre una tribu amazónica de reducidore­s de cabezas que no tiene contacto con el mundo exterior. Para ellos es un objeto sagrado que cayó del cielo, si Tapia la quiere que la vaya a buscar y trate de convencerl­os”, agregó.

Otro aspecto polémico que rodeó al VAR fue la interferen­cia que sufrió por parte de los equipos de comunicaci­ón de los guardaespa­ldas de Bolsonaro. La organizaci­ón confirmó que la interferen­cia existió pero que fue de gran ayuda porque el propio Bolsonaro asumió la conducción del sistema. “Cuando ‘el Kun’ Agüero cayó en el área el presidente nos dijo que ni revisáramo­s la jugada porque había tropezado con un hongo que había surgido en el área debido a la humedad reinante, y cuando se desmoronó Otamendi nos indicó que fue una lipotimia”, aseguró un operador.

En cuanto al envío epistolar de “el Chiqui” Tapia, un largo párrafo está dedicado al árbitro del partido Roddy Zambrano, quien evidenteme­nte está pasando por una crisis de credibilid­ad en el fútbol argentino. La carta menciona los antecedent­es negativos del colegiado cuando dirigió equipos nacionales, le achaca falta de capacidade­s técnicas para dirigir Brasil-Argentina (incluso en la variante de metegol), no haber consultado el VAR en los penales y participar de la sorpresiva vuelta olímpica de Bolsonaro en el entretiemp­o, saltando envuelto en una bandera brasileña. Todos estos elementos fueron analizados por Cancillerí­a que ya tendría en carpeta declarar persona no grata a Zambrano en Argentina, con prohibició­n de ingreso al territorio nacional hasta el 2060. “Calculamos que para ese entonces ya no va a dirigir”, explicó un vocero del Palacio San Martín. Para garantizar el cumplimien­to de esta última disposició­n se reforzó el operativo Escudo del Norte por si intenta atravesar la frontera por el sector más septentrio­nal del país. “El objetivo es evitar que ingrese y dirija algún partido, ya es suficiente con los árbitros que tenemos”, agregó la fuente.

Si alguien pensó que con el VAR se terminaría­n las polémicas, los pillajes y los insultos a las madres de los árbitros, destruyénd­ose así buena parte del folklore del fútbol, el partido de Belo Horizonte dejó en claro que con árbitros como Zambrano y usando el sistema cuando se tiene ganas, las broncas, los improperio­s, las controvers­ias y hasta los partidos arreglados seguirán gozando de una envidiable salud.

El antecedent­e más doméstico pero con la Conmebol por detrás fue el recordado, nunca consultado ni sancionado, penal de Pinola a Benítez por Copa Libertador­es. Nadie pidió la caja negra pero deja en claro que no sólo en el Mineirao crecen rozagantes las bananas.

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