Se enchufó y ganó Athletic
El conjunto “inglés” jugó un gran segundo tiempo y venció a Los Tarcos.
41 Córdoba Athletic - 34 Los Tarcos
Un partido complicado es el ganó ayer Córdoba Athletic en la apertura del Torneo del Interior A frente a Los Tarcos tucumanos por 41 a 34. Es que a la hora de hilar fino, puntualmente de repasar lo ocurrido en Jardín Espinosa, el triunfo del conjunto “inglés” fue por obra y gracia de haber aguantado a puro tackle el dominio de la visita durante gran parte del primer tiempo. Y haber explotado todos y cada uno de los espacios que fabricó durante la segunda mitad del partido.
Porque fue seguramente después darse cuenta que pese a padecer el rigor del peso del pack visitante durante los primeros 40 minutos el parcial le favorecía por un punto (11 a 10), que apareció el equipo que todos quieren, o que más les gusta. Ese que asume riesgos pelota en mano, abriendo el juego hacia las puntas, en que es incontenible.
Para algunos se “enchufó”, mientras que para otros el clic fue luego que Facundo López apoyara su segundo try (en total apoyó tres) cuando iban tan solo 2 minutos de reiniciado el partido.
Ni siquiera el descuento logrado por Nicanor Alves Rojano 10 minutos después logró sacarlo del partido que necesitaba jugar para poder ganarlo. Porque más allá del detalle de haber tenido un jugador más desde los 20 minutos (instante en que fue expulsado con roja directa el tucumano Nicolás Casado) el conjunto rojinegro no tan solo daba la impresión de tener la situación controlada, sino que además la dejaba clara en el ingoal con la aparición de Ignacio Rizzi y Nicolás Giacomino.
Dos tries que le permitieron hacer una diferencia clave para el resultado final, ya que a falta de algo más de 10 minutos, el conjunto tucumano logró perforar la defensa en dos oportunidades con los tries de Lucio Ureña y Joel Amaya, como dejando en claro que daría pelea hasta el final. Pero el majestuoso drop que ejecutó “el Polaco” Guillamondegui sobre el final fue el broche que necesitaba este equipo para permitirse una alegría luego de tantas pálidas.