Otra vuelta con la copa Conmebol
La previa del partido estuvo teñida de emociones y recuerdos, con el homenaje que Talleres le hizo al plantel que hoy, hace 20 años, ganó la Copa Conmebol 1999 frente al Sportivo Alagoano de Brasil, el único título internacional conseguido por un club cordobés. Minutos antes del juego, y luego de que hablaran para los altavoces del estadio, parte de aquellos jugadores, que habían participado de la habitual ceremonia del encuentro interreligioso, fueron convocados al círculo central para recibir la ovación de los hinchas.
Estaban Julián Maidana, Víctor Hugo Sotomayor, Cristian Pino, Darío Gigena, David Díaz, Santiago del Sotto, Rodrigo Astudillo, Horacio Humoller, Pablo Cuba, Gustavo Lillo, Andrés Cabrera, Marcelo Sarmiento y Hernán Panero en representación del aquel equipo que dirigió Ricardo Gareca, quien no pudo asistir por sus compromisos con la selección peruana. Los 13, ataviados con camisetas albiazules alusivas al acontecimiento , se abrazaron, emocionados, algunos reencontrándose después de varios años de no verse, y recibieron la Copa Conmebol original, que los estaba esperando, dispuestos a alzarla para las fotos y los videos de rigor.
Todos se abrazaron, afloraron las lágrimas y la gente se plegó al festejo con sus cantos, entendiendo lo que sentían los exfutbolistas. No siempre se puede ganar un torneo internacional y ellos lo consiguieron. El homenaje tuvo como uno de su principales protagonistas a Maidana, gran referente y capitán de esa formación y quien marcó con un frentazo el 3-0 que le permitió dar vuelta la seria contra los brasileños (en la ida había perdido 4 a 2), quien tuvo un protagonismo central.
Julián, quien parecía adueñarse de la copa y la mostraba a los cuatro costados del estadio, fue el más ovacionado, junto a un ausente: Mario Cuenca, otro de los grandes exponentes de ese equipo. Y cuando los altavoces nombraron al “Tigre” Gareca la ovación fue estruendosa y prologó un espectáculo de fuegos artificiales, que se completó con los jugadores caminando y dando la vuelta olímpica. Ante Unión, el equipo lució una remera conmemorativa.
También estuvieron algunos de los dirigentes que conducían al club por entonces, cuyo presidente era Carlos Dossetti, quien también fue invitado pero no se lo divisó.
Fue un hermoso momento, inolvidable para ellos. Un reconocimiento que ese equipo merecía y que la dirigencia albiazul no podía dejar pasar, por todo lo que significa en la historia del club.