“El Androide” Haaland
La situación llamó la atención. Al final del partido por las eliminatorias europeas entre Gibraltar y Noruega, ningún jugador del célebre peñón le solicitó el cambio de camiseta al depredador Erling Haaland, el más aterrador delantero europeo del momento y el jugador más distinguible ( sino el único) del elenco nórdico.
¿ Acaso el goleador de Borussia Dortmund padecía algún tipo de afección bacteriana a nivel piel, alguna psoriasis medio rebelde o dermatitis seborreica que hiciera peligrosa o al menos contraindicada la recepción de la codiciada casaca?
Según se supo posteriormente, no había ningún problema de protocolo sanitario en la reticencia gibraltareña a solicitar un cambio de casaca con “el Androide”, sino que todo era producto de una ofensa colectiva de parte del combinado peñonense con el jugador.
Ocurre que en el partido de ida, jugado en una cancha excavada entre l as rocas de Gibraltar, un j ugador local de apellido Chipolina le pidió la camiseta y el astro nórdico lo ninguneó de l a peor manera. “Mi hijo es gran admirador tuyo. ¿ Intercambiamos camisetas?”, le dijo pero “Haaland simplemente se rió, se dio vuelta y se fue”.
El espeluznante relato de un compañero del desdeñado Chipolina explicó la reacción gibraltarense de ignorar a Haaland en la tradicional ceremonia de intercambio de casacas, en l a que sí participaron sin ningún problema otros j ugadores noruegos.
Es difícil pensar que un hijo de alguno de los jugadores de Gibraltar l e solicitara a su padre l a camiseta Thorstvedt o de Bjorkan, especialmente por las serias dificultades para pronunciar sus nombres, pero seguramente que estos j ugadores no opondrían resistencia.
Las razones por las que Haaland adoptó tan criticable postura antiintercambio son varias. Unos hablan de malhumor del goleador debido a que fue sustituido en el segundo tiempo. Y otros sostienen que tenía la camiseta prometida a un tercero. Pero la mayoría pone el acento en las sospechas que existen sobre su condición estrictamente humana que le valió ser apodado “el Androide”.
¿ Es Haaland un ser humano que practica el fútbol como marca el reglamento de Fifa o una máquina autómata antropomorfa virtualmente perfecta creada por científicos desconocidos e i nfiltrada en el fútbol como sospechan algunos investigadores? ¿ Cuál sería el objetivo de i ntroducir un Ciberdyne T- 800 ( conocido a través del cine como Terminator) en el fútbol? ¿ El nombre del padre de Haaland, se l l ama Alf, podría inducir a pensar también en algún origen extraterrestre del
¿ Es Haaland un ser humano que practica el fútbol como marca el reglamento de Fifa o una máquina autómata?
jugador?
Las respuestas parten de algunos preocupados dirigentes de l a Fifa, quienes descartan cuestiones extraplanetarias y no tienen dudas de que los chinos que son culpables de todo también están detrás de esto ya que aspiran a crear una Fifa paralela o reemplazar a la actual a partir de equipos conformados por androides.
“En algunos casos ni siquiera haría falta cambiar los nombres de las asociaciones ya que por ejemplo la AFA pasaría directamente a ser Asociación del Fútbol Androide y, de hecho, la sigla Fifa significaría Federación Internacional del Fútbol Androide”, señaló con preocupación un dirigente.
Quienes siguen de cerca los movimientos de Haaland sostienen que lo ocurrido con el jugador de Gibraltar desnudó una de las características de los organismos cibernéticos, su falta de sentimientos.
“Solo un androide l e negaría l a camiseta a un colega que se la pide para su hijo, reírsele en la cara e ignorarlo. No lo hace por ser mala persona… simplemente no fue programado para eso”, señalan. Pero también aseguran que es sólo una falla que puede ser subsanada rápidamente: Haaland entra al laboratorio y lo reprograman para el cambio de camisetas y a partir de ese momento comienza a hacerlo, es algo que se les pasó por encima a sus programadores chinos que no tienen muy claros algunos códigos del fútbol.
También quedó en claro su potencial físico propio de un androide durante un partido de la Bundesliga en la que Joshua Kimmich de Bayern Múnich intentó detenerlo con un foul violento, cruzándole la pierna derecha cuando venía lanzado en carrera, pero el volante del equipo bávaro fue virtualmente arrollado por Haaland, que siguió con su carrera como si apenas hubiera superado una lomada.
Kimmich terminó fuera de la cancha y desde la enfermería de Bayern Munich aseguraron que las lesiones del jugador era compatibles con las de un accidente vial: “Fue como si hubiera pasado un camión recolector por arriba”, aseguraron desde el Hospital de Urgencias de Múnich.
Precisión milimétrica y el poder físico sobrehumano de jugadores con endoesqueletos de aleación y recubiertos de piel viva cultivada programados para no sentir presión ni responder a los insultos de los hinchas anticipan las características del fútbol androide del futuro.
La gran pregunta es si esta nueva variante tecnológica extrema en el j uego se i mpondrá sobre el fútbol practicado por humanos.