Mundo D

Newcastle, el nuevo rico

- Luis Heredia lheredia@ lavozdelin­terior. com. ar

Cuando todavía la pandemia no deja de complicar al fútbol, una tradiciona­l institució­n inglesa acaba de convertirs­e en el club más rico del mundo. Se trata de Newcastle, equipo que actualment­e milita en Premier League pero que tiene cierta tendencia a descender... como que marcha penúltimo en el actual torneo y está en zona de caída. En definitiva, Newcastle fue comprado por un fondo de inversión vinculado a la casa reinante saudita, uno de los clanes árabes más adinerados del planeta.

La compra fue celebrada con el descorchad­o de botellas de champán en las puertas del estadio St. James Park por sus hinchas, quienes consideran que su condición de nuevos ricos les abre oportunida­des hasta hace unos días impensadas.

“Me quedé sin trabajo debido al Brexit y mi situación era comprometi­da porque mi ahorros se estaban agotando, pero ahora que los dueños de mi club tienen 100 mil millones de dólares en sus cuentas... puedo decir que ya no trabajaré más. Fue un golpe increíble del destino aunque tal vez deba contratar guardaespa­ldas porque pasé a ser un blanco para los secuestrad­ores”, expresó Timothy S., que no da su nombre verdadero precisamen­te por “razones de seguridad”.

En el mismo sentido, Alex M. dice que por fi n va a poder cambiar su Mini Cooper modelo ‘ 74 ( similar al de Mr. Bean). “Pero a partir de mi condición de nuevo rico por ser fanático de

El club inglés fue comprado por un fondo de inversión vinculado a la casa reinante saudita.

Newcastle ahora me compraré el Aston Martin Valquiria con el que siempre soñé”, asegura con los ojos recubierto­s de lágrimas.

Muchas cosas segurament­e van a cambiar en Newcastle a partir de sus nuevos y adinerados dueños.

Y uno de los aspectos apuntados es el del apodo, ya que el club es conocido en Gran Bretaña como las “magpies”. Es decir, las urracas, un mote que no les caería muy bien a los nuevos dueños, que pretenderí­an en cambio alguno más grandilocu­ente y que refiera a especies más intimidant­es: como “los camellos indomables” o “las avutardas temerarias”.

El rumor generó la inmediata reacción de las organizaci­ones defensoras de las urracas, como la ONG Reina Urraca ( l l amada así en honor a una antigua reina española), que sostiene que la iniciativa menospreci­a a esta especie, la cual es considerad­a una de las más inteligent­es del reino animal ( algunas, incluso, se destacaron como exitosas ajedrecist­as), por l o que una decisión de este tipo implicaría no sólo un ataque a esta bellas aves sino también un ataque a la inteligenc­ia.

También hay una preocupaci­ón generaliza­da de que l a familia real saudita maneje los destinos del club pese a que los nuevos dueños ofrecieron las garantías necesarias ante la Premier League de que los Saud no serán los controlant­es.

“En Arabia Saudita rige la ley islámica y a los ladrones habitualme­nte les cortan las manos. ¡ ¿ Qué pasaría si el nuevo presidente del club acusa a un árbitro de haberle robado el partido y pide la aplicación de la pena?! ¡ ¿ Cómo hace después ese árbitro para anotar incidencia­s en su tarjeta o llevarse el silbato a la boca y señalar al mismo tiempo el punto blanco al cobrar un penal si va a quedar con

“Pueden darse el lujo de comprar a Mbappé y ponerlo en un palco sólo para que vea el partido”, se dice sobre Newcastle.

una sola mano?!”, se pregunta un dirigente de un club londinense.

Otros clubes también están severament­e intranquil­os por la sideral disponibil­idad de dinero de los compradore­s de Newcastle, que en conjunto reunirían la sideral cifra de 320 mil millones de dólares.

El temor radica en que pueden comprar jugadores de altísimo nivel que no necesiten y tenerlos en el banco con la sola finalidad de que no los compren otros equipos.

“Pueden darse el lujo de comprar a Mbappé y ponerlo en un palco para que vea los partidos”, aseguran algunos directivos.

Y, por supuesto, están los amantes de las conspiraci­ones, quienes sostienen que el objetivo del nuevo dueño de Newcastle, Mohamed bin Salman, no es conquistar l a Premier League y la Champions league sino expandir el islam por Europa a través del fútbol.

Un plan del que participan el jeque Mansour, propietari­o de Manchester City, y Nasser al Khelaifi, dueño de PSG, conformand­o un tridente expansivo cuyo primer objetivo es el de convertir a sus hinchas al islamismo antes de lanzarse sobre el resto del viejo continente con un movimiento de pinzas.

La existencia de un flamante potentado en el fútbol genera inquietude­s de todo tipo. Porque, como se sabe, los nuevos ricos son ostentosos y a menudo excéntrico­s, y eso perturba.

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ILUSTRACIÓ­N DE CHUMBI
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