Newcastle, el nuevo rico
Cuando todavía la pandemia no deja de complicar al fútbol, una tradicional institución inglesa acaba de convertirse en el club más rico del mundo. Se trata de Newcastle, equipo que actualmente milita en Premier League pero que tiene cierta tendencia a descender... como que marcha penúltimo en el actual torneo y está en zona de caída. En definitiva, Newcastle fue comprado por un fondo de inversión vinculado a la casa reinante saudita, uno de los clanes árabes más adinerados del planeta.
La compra fue celebrada con el descorchado de botellas de champán en las puertas del estadio St. James Park por sus hinchas, quienes consideran que su condición de nuevos ricos les abre oportunidades hasta hace unos días impensadas.
“Me quedé sin trabajo debido al Brexit y mi situación era comprometida porque mi ahorros se estaban agotando, pero ahora que los dueños de mi club tienen 100 mil millones de dólares en sus cuentas... puedo decir que ya no trabajaré más. Fue un golpe increíble del destino aunque tal vez deba contratar guardaespaldas porque pasé a ser un blanco para los secuestradores”, expresó Timothy S., que no da su nombre verdadero precisamente por “razones de seguridad”.
En el mismo sentido, Alex M. dice que por fi n va a poder cambiar su Mini Cooper modelo ‘ 74 ( similar al de Mr. Bean). “Pero a partir de mi condición de nuevo rico por ser fanático de
El club inglés fue comprado por un fondo de inversión vinculado a la casa reinante saudita.
Newcastle ahora me compraré el Aston Martin Valquiria con el que siempre soñé”, asegura con los ojos recubiertos de lágrimas.
Muchas cosas seguramente van a cambiar en Newcastle a partir de sus nuevos y adinerados dueños.
Y uno de los aspectos apuntados es el del apodo, ya que el club es conocido en Gran Bretaña como las “magpies”. Es decir, las urracas, un mote que no les caería muy bien a los nuevos dueños, que pretenderían en cambio alguno más grandilocuente y que refiera a especies más intimidantes: como “los camellos indomables” o “las avutardas temerarias”.
El rumor generó la inmediata reacción de las organizaciones defensoras de las urracas, como la ONG Reina Urraca ( l l amada así en honor a una antigua reina española), que sostiene que la iniciativa menosprecia a esta especie, la cual es considerada una de las más inteligentes del reino animal ( algunas, incluso, se destacaron como exitosas ajedrecistas), por l o que una decisión de este tipo implicaría no sólo un ataque a esta bellas aves sino también un ataque a la inteligencia.
También hay una preocupación generalizada de que l a familia real saudita maneje los destinos del club pese a que los nuevos dueños ofrecieron las garantías necesarias ante la Premier League de que los Saud no serán los controlantes.
“En Arabia Saudita rige la ley islámica y a los ladrones habitualmente les cortan las manos. ¡ ¿ Qué pasaría si el nuevo presidente del club acusa a un árbitro de haberle robado el partido y pide la aplicación de la pena?! ¡ ¿ Cómo hace después ese árbitro para anotar incidencias en su tarjeta o llevarse el silbato a la boca y señalar al mismo tiempo el punto blanco al cobrar un penal si va a quedar con
“Pueden darse el lujo de comprar a Mbappé y ponerlo en un palco sólo para que vea el partido”, se dice sobre Newcastle.
una sola mano?!”, se pregunta un dirigente de un club londinense.
Otros clubes también están severamente intranquilos por la sideral disponibilidad de dinero de los compradores de Newcastle, que en conjunto reunirían la sideral cifra de 320 mil millones de dólares.
El temor radica en que pueden comprar jugadores de altísimo nivel que no necesiten y tenerlos en el banco con la sola finalidad de que no los compren otros equipos.
“Pueden darse el lujo de comprar a Mbappé y ponerlo en un palco para que vea los partidos”, aseguran algunos directivos.
Y, por supuesto, están los amantes de las conspiraciones, quienes sostienen que el objetivo del nuevo dueño de Newcastle, Mohamed bin Salman, no es conquistar l a Premier League y la Champions league sino expandir el islam por Europa a través del fútbol.
Un plan del que participan el jeque Mansour, propietario de Manchester City, y Nasser al Khelaifi, dueño de PSG, conformando un tridente expansivo cuyo primer objetivo es el de convertir a sus hinchas al islamismo antes de lanzarse sobre el resto del viejo continente con un movimiento de pinzas.
La existencia de un flamante potentado en el fútbol genera inquietudes de todo tipo. Porque, como se sabe, los nuevos ricos son ostentosos y a menudo excéntricos, y eso perturba.