Argentina- Uruguay, por menos sustos y más efectividad
Hacía bastante tiempo que Argentina, de visitante, no tomaba el control del juego como l o hizo ante Paraguay. Lionel Messi estuvo en el lugar que quiso; fue, como siempre, la primera referencia de toque de sus compañeros, y ya sea por izquierda o por derecha, en el medio o más de punta, intentó llevar la pelota a la red. Quedó registrado una vez más, y sin alcanzar en este partido un nivel superior, que muchas de sus incursiones adquieren un vuelo que ninguno de sus compañeros puede alcanzar.
Es algo más que positivo que el equipo albiceleste haya marcado territorio en un lugar tan difícil como el estadio Defensores del Chaco, lo que explica la evolución de un equipo que lleva 23 partidos invicto. De aquellos encuentros casi tortuosos, llenos de improlijidades en la primera parte de la gestión de Lionel Scaloni, la selección emite ahora sonidos más seguros, armónicos y atractivos.
Sin embargo, hay aspectos de su propuesta que aún deben pulirse: el principal, la contención en el medio campo. Así como pudo haber convertido media docena de goles, en cuyas jugadas previas se produjeron l a falta de efectividad de Joaquín Correa y apariciones providenciales de jugadores paraguayos, Emiliano Martínez tuvo tres i ntervenciones brillantes que evitaron la derrota en Asunción. El equipo esta vez se defendió teniendo mucho más l a posesión de la pelota, pero ni aun así pudo salvarse de algunos fuertes sobresaltos. En ese sentido, ¿ podría agregarse Guido Rodríguez a la liviana tarea de obstrucción de Leandro Paredes? Todo indica que, aunque el rival sea el siempre peligroso Uruguay, la condición de local llevará a Scaloni a buscar más alternativas de ataque que de poner más piernas que disputen la pelota en la mitad de la cancha.
Otro elemento por considerar es el rol ofensivo de los marcadores de punta. Nahuel Molina no pudo asociarse con nadie ni progresar por el andarivel derecho, lo que podría producir el ingreso de Gonzalo Montiel; en el otro costado Marcos Acuña tuvo más compañía aunque sus incursiones nunca prosperaron. Mientras tanto, en el centro de la ofensiva, el déficit de contundencia de Correa hace pensar en la necesidad del regreso de Lautaro Martínez.
El partido frente a Uruguay adquiere una trascendencia especial. El seleccionado visitante no contará con la presencia de José María Giménez, Rodrigo Betancour y Giorgian De Arrascaeta, tres hombres importantes en su estructura, aunque es sabido que su temperamento como equipo nacional lo hace siempre muy complicado más allá de las ausencias de algunos de sus importantes valores. Vencer a los vecinos consolidaría a Argentina como escolta de Brasil, además de abrir aún más la brecha en la tabla de posiciones con su derrotado, al que le lleva tres unidades, y también con Ecuador, visitante de Venezuela y de Colombia, anfitrión de Brasil, los otros equipos que ocupan lugares con chance de clasificación al mundial de Qatar.
De suceder eso, del cielo se esfumarían algunas nubes y la ilusión del vuelo hacia el país asiático se consolidaría. De haber un tropiezo, las alarmas volverían a sonar en la antesala del encuentro ante Brasil, ya casi clasificado ala cita mundial is ta, pero que buscará vengar la derrota en la final de la Copa América.
De haber un tropiezo, las alarmas volverían a sonar en la antesala del duelo con Brasil, que buscará vengar la caída de la Copa América.