De fiesta. Llaver puso el “moño”
Más de 35 mil personas disfrutaron en el Cabalén del reencuentro con el automovilismo nacional. Ganó el mendocino de Chevrolet. Todo se definirá entre Canapino y Pernía.
El autódromo Oscar Cabalén volvió a vivir ayer una gran fiesta con la presentación del Súper TC2000 en su penúltima etapa, que terminó por confirmar a Agustín Canapino ( Chevrolet) con 188 puntos y Leonel Pernía ( Renault Fluence), con 178, como los grandes contendientes para definir el cetro el 28 de este mes en Buenos Aires y con 43 unidades en juego.
En la carrera central, como había ocurrido el 25 de octubre de 2020, el mendocino Bernardo Llaver ( Chevrolet) fue el ganador de la prueba, no sin que antes se produjeran varias alternativas que lo ayudaron a sumar su séptima victoria en el STC2000.
El brasileño Rubens Barrichello ( Toyota) – quien anunció que l a de ayer y la final en Buenos Aires serán sus últimas incursiones en Argentina– hizo el gasto inicial en la punta, delante de Nicolás Moscardini y Llaver, en un gran comienzo para Toyota que duró poco. Es que Moscardini tocó a Vivian, lo sacó de pista y fue excluido con bandera negra y, poco después, el propio Barrichello fue penalizado con un pase y siga por boxes por largar con sus ruedas por delante del cajón de partida y perdió toda posibilidad.
Así, Llaver tomó la punta, Leonel Pernía ( Renault Fluence) quedó en un sándwich con el otro Chevrolet de Agustín Canapino detrás y l os tres hicieron el gasto de la carrera, pero sin poder superarse.
Parecía que todo terminaba allí, pero una cámara acercada por Renault dio cuenta que Canapino también largó fuera del cajón de partida y fue recargado con cinco segundos, pasando de tercero a cuarto por detrás de Facundo Ardusso ( Honda).
Tras esta carrera, en el campeonato todo quedó circunscripto a dos pilotos, Canapino y Pernía, que separados por 10 puntos deberán jugarse a todo o nada en una final con 43 unidades por repartir en Buenos Aires.
“Pude aprovechar el auto que tenía, No cometí errores y tuve algo de suerte de no estar i nvolucrado en ningún toque para ganar”, dijo el ganador Llaver, en tanto que Pernía expresó: “Logré el mejor resultado que podía conseguir, tuve que luchar contra l os dos Chevrolet solo y l o mejor de esto es que sigo en carrera por el campeonato”.
Por su parte, Agustín Canapino fue claro: “Por suerte, pude salir indemne del toque entre Moscardini y Llaver, perdí algo de tiempo, pero pudo ser peor. Llegamos, sumamos y seremos dos Chevrolet contra todos”.
Fue el gran reencuentro del público cordobés con el automovilismo nacional – corrieron el STC2000, el TC2000 y la Fórmula Renault 2.0– y tuvo una convocatoria excepcional, ya que más de 35 mil personas se llegaron al trazado de camino a Alta Gracia.
Desde temprano colapsó el ingreso y hasta el espacio reservado para las acreditaciones. La tribuna principal y el mixto rebosaron de público. Completaron la fiesta la banda musical que tuvo a su cargo el Himno Nacional previo a l a partida y una tanda de aviones que sobrevoló el circuito antes de la partida y le puso color a un mediodía gris.
Polakovich ganó en monoplazas
El piloto cordobés del norte provincial Mateo Polakovich se impuso en la final de la Fórmula Renault y se dio el gusto de vencer ante su público delante de Tiago Pernía a 2s12/ 100 y Jorge Barrio a 6s47/ 100.
Barrio, piloto oriundo de Pinamar, logró el bicampeonato en la categoría luego de que los rivales que podían comprometerlo, el cordobés Isidoro Vezzaro y Nicolás Suárez, se tocaran en el inicio de la prueba y le dejaran el camino libre para alcanzar el campeonato.