Jóvenes, en la frontera del mercado laboral
Según un sondeo de Adecco, el 60% de chicos de 18 a 24 años cree que su edad es un limitante para conseguir un puesto.
De acuerdo con los datos de 2016, la población más vulnerable con respecto al desempleo en la Argentina son los jóvenes, un segmento en el que la desocupación sube a 24,6 por ciento.
Los más perjudicados son los que no terminaron la escuela secundaria y, en particular, las mujeres (30,3 por ciento están sin trabajo).
Además, hay un millón de chicos que no trabajan ni estudian (ni-ni) y el 70 por ciento de ellos ni siquiera está interesado en insertarse en el mundo laboral.
¿Cómo se ven los jóvenes en el mercado de trabajo? De acuerdo con los resultados de un estudio realizado por la consultora de recursos humanos Adecco, entre chicos de 18 a 24 años, el 60 por ciento cree que su edad es un limitante para conseguir empleo.
Y casi 90 por ciento cree que la experiencia laboral es el principal factor que tienen en cuenta los empleadores en las búsquedas para perfiles jóvenes.
La filial argentina de Adecco apuntará a ese grupo etario en el primer tramo de su campaña #TalentoSinEtiquetas, que busca resaltar el valor de diferentes grupos que están relegados en el ámbito laboral.
En el sondeo, que abarcó a 20.646 jóvenes en todo el país durante el mes pasado, se preguntó cuáles eran, según la percepción de los encuestados, los factores que consideraban que tiene en cuenta el empleador al buscar perfiles jóvenes para ocupar un puesto.
Entre los más mencionados aparecen la experiencia laboral (89 por ciento) y nivel de estudios alcanzado (76 por ciento). Los siguen el conocimiento de idiomas (32), la edad (27), tener un currí- culum bien armado (21), el lugar de residencia y la cercanía con la compañía (16), si tiene hijos (15) y el género (12).
Expectativas ¿Qué pasa con los jóvenes que tienen empleo? En ese grupo, sólo 31 por ciento afirmó estar trabajando de aquello que quiere, mientras que 54 por ciento no ha encontrado trabajo de lo que buscaba.
Sobre cuál es el destino que le dan a su salario, casi la mitad lo usa para afrontar sus propios gastos, 21 por ciento ayuda a su familia y el resto opta por ahorrar e invertirlo en capacitación, entre otras utilidades.
En cuanto a las expectativas, una gran cantidad (38 por ciento) prioriza trabajar de lo que le gusta, mientras que otro 36 por ciento prefiere la estabilidad económica. En tanto, al consultarles cuál sería el motivo por el que dejarían su trabajo actual para ir a otro lugar, el 47 por ciento lo haría por una mejor oferta salarial, mientras que el 22 por ciento se iría por el trabajo de sus sueños.
Según Adecco, la probabilidad de inserción laboral en un empleo formal aumenta entre 20 por ciento (mujeres) y 30 por ciento (varones) cuando los postulantes finalizan los estudios formales, acceden a una experiencia formal y participan en un curso de formación profesional.