“Fierros” que usan la tecnología de la F 1
Claas mostró en Córdoba una cosechadora fabricada en Alemania con más de 200 sensores que generan datos cada 15 segundos y que se transmiten cada cinco minutos a un sitio web.
La telemetría llegó a la Fórmula Uno (F1) en la década de 1990, cuando las escuderías Williams y McLaren se disputaban la supremacía en la máxima categoría del automovilismo mundial.
Gracias a esta tecnología, los ingenieros podían recibir en los
boxes, en tiempo real, la información que suministraba el vehículo mientras rodaba por la pista.
Veinticinco años después, la trasmisión de datos on line se ha perfeccionado y ya excede al automovilismo deportivo del más alto nivel. Está también presente en la maquinaria agrícola, de última generación. Y también se usa para ponerla a punto.
Comparación
Lo que este fin de semana utilizaron los automóviles en el Gran Premio de Azerbaiyán de F1, una semana antes se vio en Oncativo, donde una cosechadora Lexion de la marca Claas recolectó un lote de maíz y trasmitió en forma casi simultánea todo los datos que generaba.
Fue el viernes 16, durante la primera edición de “Experiencia en Cosecha”, la jornada de entrenamiento a campo sobre recolección de granos que realizó Claas Argentina en su complejo industrial ubicado sobre la autopista que une la ciudad de Córdoba con Buenos Aires.
Al igual que en los actuales monoplazas de Ferrari, Mercedes-Benz o Red Bull, en los cuales más de 100 sensores situados en sus motores suministran datos a una pantalla ubicada en los boxes, la cosechadora Lexion 780 se vale de la misma herramienta y con el mismo propósito: interpretar los datos para optimizar tiempos, recursos y costos.
“El objetivo es que tanto el productor como el contratista rural puedan, a partir de los datos que se pueden ver a través de una página en internet, tomar decisiones y ajustar las prestaciones de la máquina”, comentó José Ignacio Suñe, del Área de Agricultura de Precisión de Claas Argentina. Impacto en la agricultura
Fabricada en la planta que Claas tiene en la ciudad de Harsewinkel, al norte de Alemania, la Lexion 780 está considerada la cosechadora más moderna del mundo. Su precio en Argentina ronda los 450 mil dólares.
Conformada por alrededor de 40 mil piezas y protegida con 60 kilos de pintura, la cosechadora cuenta con más de 200 sensores que generan datos cada 15 segundos y que se trasmiten cada cinco minutos a un sitio web.
La inversión en telemetría le ha permitido a Claas darle un valor agregado a buena parte de los productos que fabrica, ya que la tecnología está disponible en toda su línea de cosechadoras Lexion y Tucano, además de su línea de picadoras de forraje Jaguar.
Lo que se busca con esta tecnología, según lo expresó Suñe, es que el productor pueda, al final de cada jornada de trabajo, repasar los datos recolectados y practicar los ajustes que le permitan ser más eficiente en su tarea.
“A partir de los valores suministrados por el motor, la temperatura, el nivel de combustible utilizado, las pérdidas de granos y el nivel de capacidad en la tolva, entre otros, el productor puede replantear la estrategia de utilización de la cosechadora, con la mira puesta en reducir costos”, explicó el técnico de la empresa.
Estudios a campo han comprobado que, a pesar de la inversión que realizan los productores en este tipo de máquinas, las diferencias de rendimiento de acuerdo a la pericia del operario pude ser de hasta 40 por ciento.
Es decir que, a partir del uso de la telemetría, las correcciones pueden llegar a optimizar tiempos de trabajo, ahorrar combustible y aumentar el volumen de cosecha. Todos ajustes de sintonía fina que se traducen en reducciones de costos y en mayores ganancias.