La fluctuación del dólar, más allá de las elecciones
A medida que se acercan las elecciones legislativas, el dólar ha vuelto a ser un foco de atención. Sin embargo, para el Ieral de la Fundación Mediterránea, si bien “predominan las explicaciones vinculadas con factores políticos –que no pueden ser excluidos–, existen razones económicas que justifican las recientes fluctuaciones del dólar, que habrán de persistir al margen de lo que ocurra en el plano electoral”.
El economista Gustavo Reyes indicó que “no hay que olvidar que la Argentina sigue siendo una economía con, todavía, alta inflación, en la que la mayoría de los precios suben, por lo que el dólar no debería ser una excepción”.
En esa línea, sostuvo que el poder adquisitivo de esa divisa en el mercado local sigue siendo relativamente bajo, aún después de las recientes subas.
“En lo que va del año, los precios minoristas han aumentado cuatro puntos porcentuales más que la cotización de la moneda estadounidense. Hay que tener en cuenta, además, que el nivel actual del tipo de cambio real es sólo seis por ciento superior al de diciembre de 2001, inmediatamente antes de la ruptura de la convertibilidad”, apuntó.
Si bien Reyes reconoce que no es sencillo estimar “el tipo de cambio de equilibrio”, apeló como referencia al promedio histórico (de 1990 a 2017) del tipo de cambio real, que ubicaría el precio del dólar, a valores actuales, en torno a los 20 pesos.
Y si se lo pega al denominado “índice Big Mac”, ajustado por el PIB per capita, la paridad de equilibrio sería de 20 pesos, mientras que, contrastado con el precio del producto “cuarto de libra con queso”, ese valor se elevaría a 25 pesos, aunque –aclaró– “no puede predecirse que la brecha vaya a cerrarse rápidamente”.