La nueva sin tonía de las marcas con las mujeres
Para la publicista Fabiana Renault, las empresas pueden impactar más rápido que los gobiernos o que la educación.
“Para las marcas es negocio entender cuál es el proceso que está atravesando la mujer en la sociedad actual y acompañarla”. Fabiana Renault, directora de Creativos Extramuros, remarca así los cambios que la publicidad está adoptando en materia de género.
El cambio de enfoque comenzó con Unilever, “que rompe los paradigmas tradicionales de los productos”, señaló la publicista, luego de una exposición sobre “estereotipos y estereotipas” en el congreso Armós.
Las modificaciones se fueron extendiendo a otras empresas, incluso algunas que tenían estereotipos muy marcados de las mujeres en un rol tradicional.
“Además de trabajar con las empresas, soy comediante de
stand up y siempre criticaba a Mr. Músculo. Pero ahora cambió, replanteó toda su estrategia comunicacional”, ejemplifica.
Para Renault, esta tendencia es cada vez mayor y cada vez más empresas están hablando de lo que le pasa a la gente, de lo que las mujeres tienen para dar, de las demandas de la sociedad moderna para ambos géneros.
“Las marcas tienen una oportunidad tremenda de ayudar a las mujeres en este cambio de paradigma. Los gobiernos no lo van a hacer, la educación va a tardar porque es muy lenta”, dice.
Y agrega: “Desde las empresas podemos transformar la sociedad y también apuntar a una mujer más satisfecha, porque así rinde más y es más feliz”.
La especialista en creatividad e innovación cree que, como la felicidad está íntimamente ligada al consumo, hay que apostar a este nuevo paradigma, porque en defi- nitiva es negocio para las compañías. “En este mundo de consumo, el marketing, las empresas, los anunciantes y los medios tienen una oportunidad de transformar los estereotipos”, remarca.
Si bien este es un cambio que avanza, Renault señala que a los consumidores les cabe una gran responsabilidad para que las empresas sigan estos caminos.
“Hay que utilizar el poder del changuito. Hay que pararse y decir, la marca que me estigmatice, no la compro”, opina.
De esa manera, propone un movimiento similar al que se da en otros países con las empresas que no cumplen estándares laborales o que no cuidan el ambiente.
–¿Qué recomendaría a las empresas para terminar con los estereotipos?
–Las marcas tienen que hablarle más a la gente y dejar de hablar sobre sí mismas. No tienen que indicar cuál es el camino, sino ver qué está pasando, conocer las necesidades y también los problemas de las mujeres de este tiempo y enfocarse en acompañar esos cambios.