Elagro, con voto de confianza
Bancos y proveedores creen que, pese al impacto de la sequía, los productores responderán a sus compromisos.
La adversidad climática, que condiciona el final de la campaña de granos gruesos y siembra de dudas el futuro de los cultivos de invierno, tiene su contraparte en la confianza que fabricantes de maquinaria, proveedores de insumos y bancos tienen en que el productor podrá responder a sus compromisos.
“Hay que seguir produciendo”, sintetizó como premisa clave el representante de una de las empresas que formó parte de la Agrojornada organizada por La Voz y
Agroverdad en Dinosaurio Mall. “Los bancos van a salir a respaldar al productor y desde las empresas también se los va a ayudar”, completó Matías Longhini de Agroempresa, esparciendo tranquilidad de que no habrá mayores sobresaltos para quienes deban hacer frente al financia- miento de insumos, granos y maquinaria.
Varios de los consultados coinciden en que hoy la principal preocupación es contar con el mejor perfil posible para la implantación de trigo.
De arranque, el Banco Central (BCRA) prorrogó los plazos de mora para los productores agropecuarios afectados por eventos climáticos en esta sequía. El beneficio alcanza a todas las entidades del sistema financiero en base al régimen de emergencia agropecuaria.
La resolución agrega 45 días a cada uno de los plazos para entrar en situación de deudor, según la clasificación del BCRA, salvo para las categorías de insolvencia o irrecuperables.
Acompañar “Todavía no está relevado el grado de daño de la sequía, pero ya tenemos reuniones con Agricultura. Nos vamos a plegar a los lineamientos a nivel nacional y vamos a ir en búsqueda de soluciones para los productores”, aclaró Santiago Nisi, subgerente de Bancor.
“Casi el 50 por ciento de nuestra cartera son productores y la morosidad es muy baja, lo cual habla de su buen comportamiento crediticio. Confiamos mucho en el productor. La mayoría de nuestras sucursales están en el interior y esto nos obliga a apoyarlos”, dijo.
Y recordó que con media provincia inundada, la morosidad fue mínima y se buscaron soluciones de inmediato.
Si en abril no llueve lo que se espera y hay que dar por perdida la campaña, “se va a hacer muy largo el trecho hasta que vuelvan a recibir dinero de una cosecha”, estimó Julio Farías, de Syngenta.
Con ese cuadro “seguramente puede llegar a aparecer alguna morosidad”, opinó. Pero como la mayoría de las empresas han financiado con algún tipo de seguro o contrato de cereal, consideró que el producto tiene con qué cubrirse, en especial tras las buenas campañas anteriores.
Por ahora, la preocupación pasa por la disponibilidad hídrica. “Tratar de recomponer los perfiles para encarar la próxima campaña”, afirmó Matías Saks, de Bunge, quien concidió en que es muy temprano para saber si el productor va a poder cumplir o no con sus compromisos financieros.