Descontento, crítico y desesperanzado
La crisis acentuó el deterioro de las expectativas que se registran desde el 28 de diciembre pasado, cuando el Gobierno cambió las metas inflacionarias del Banco Central.
El Índice de Confianza del Consumidor, elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), cayó en junio 0,3 por ciento men- sual y 14,7 por ciento interanual. En tanto, el último Índice General de Expectativas Económicas, de Kantar TNS, mostró en mayo bajas de dos por ciento mensual y de siete por ciento interanual.
La retracción que reflejan ambos indicadores responde a las menores expectativas a futuro. Para el consultor Sergio Berensz- tein, crecen los cuestionamientos a la política económica nacional.
“Hay un consumidor preocupado por la situación económica y una mirada crítica sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, indica.
Y agrega que “hay preocupaciones puntuales por las tarifas, por la caída del consumo y por una sensación de que la mayoría de las personas está peor”.
A su vez, advierte que el consumidor entiende que no puede continuar la batería de subsidios a los servicios públicos, pero que el ajuste en las tarifas cae en un momento de baja actividad.
En el fondo, agrega, hay un ciudadano “cansado” de la grieta y que no ve una salida tanto en lo económico como en lo político.
“La mitad de la sociedad, a un año, entiende que la economía va a empeorar, la otra mitad señala que no. Algunos dicen que en 2019 se viene lo peor y otros que va a estar mejor por el campo”, indica.
Un cambio en el humor depende de lo que haga el Gobierno. “El problema es que Cambiemos debe mirar al mercado y recuperar la confianza con baja del gasto; pero también mirar al ciudadano, preocupado por su microeconomía”.