El comienzo de la “era Sandleris”
En el ámbito internacional, esta semana nos tocó la mala nueva de una importante suba de la tasa de los bonos a 10 años del Tesoro americano, que pasó de 3,05 a 3,25 por ciento, con un leve impacto en los mercados mundiales, pero que nos contagió –para no perder la costumbre–, con la consecuencia de importantes caídas en los títulos argentinos de hasta el seis por ciento en dólares para la parte larga de la curva, y un riesgo país que aumentó a más de 650 puntos básicos.
En el ámbito local, estrenó la nueva política monetaria que administra el nuevo presidente del Banco Central, Guido Sandleris, tras el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, con bandas cambiarias (entre 34 y 44 pesos por dólar) y el objetivo de emisión cero de billetes: tuvo resultados promisorios para el dólar que, aunque aún volátil, estuvo más tranquilo y terminó orillando el punto medio de la banda, en casi 39 pesos y con una fuerte caída en la semana de más de tres pesos. Del lado negativo de los resultados, la tasa de política monetaria que reflejan las Leliq (a las que pueden acceder sólo los bancos) se afianzo por arriba del 70 por ciento, lo cual implica un encarecimiento importante en las alternativas de financiamiento para toda la economía.
En la agenda política y económica, la mirada está puesta en cómo la Argentina reducirá el déficit fiscal a cero, lo que implica la aprobación del Presupuesto 2019, proyecto que se está discutiendo en Diputados y que será el tema clave a monitorear en las próximas semanas.
En este contexto, y hasta que sean más contundentes las señales de normalización de la situación financiera, las acciones argentinas tuvieron una importante toma de ganancias de 10 por ciento, luego de un septiembre que había sido muy auspicioso.
Un apaciguamiento del dólar y una caída paulatina de la tasa mencionada serán claves para empezar a ver la salida al ajuste financiero en el que estamos metidos.
En este escenario, recomendamos en renta fija aprovechar las altas tasas en pesos, aunque los instrumentos en moneda nacional no abunden, se encuentran algunos como Badlar más 10 por ciento, inflación más ocho por ciento o Lecap, que rinden por encima del 50 por ciento anual.
Para quienes siguen prefiriendo dormir tranquilos y estar en dólares, recomendamos instrumentos cortos (vencimiento en 2019) con rendimientos de entre el siete y nueve por ciento anual.
Por último, luego de una caída en dólares de las acciones de más del 60 por ciento en dólares, con un horizonte de inversión de al menos cinco años, las acciones del sector energético, las de aquellas empresas poco endeudadas en moneda dura, las de exportadoras y las del sector bancario, están a ratios muy razonables para comprar, aunque con la prevención de que su volatilidad será alta por estos tiempos.