Telecom, con nuevo aire sustentable
La visión de Constanza Ferrer, gerenta de Sustentabilidad de la compañía.
Hace al menos una década, las grandes empresas comenzaron a profundizar su trabajo en las comunidades en las que operan, como una for ma de contribución al desarrollo. Pero el concepto fue evolucionando. Un ejemplo es lo que pasó en Telecom.
“La gerencia comenzó siendo de RSE, pero creemos que es un buen momento para empezar a hablar de sustentabilidad. Es una for ma de definir el rumbo de la empresa”, explica María Constanza Ferrer, a cargo del área renovada.
La idea de incorporar la sustentabilidad en el ADN de Telecom tiene que ver con el entendimiento del impacto de una empresa con 25 mil empleados y más de 20 millones de clientes. “Siendo actores económicos tan importantes y generadores tantas fuentes de trabajo, es casi una obligación ocuparse del bienestar de esta comunidad en la que estamos operando”, explica.
Actuar en consecuencia. “Vemos una oportunidad muy grande de escuchar qué tiene para decirnos la comunidad y trabajar en forma integral. La estrategia de sustentabilidad acompaña a ese plan”, indica Ferrer.
Las acciones alcanzan a todos los miembros de la cadena de valor: desde capacitaciones a proveedores hasta el desarrollo del capital humano y una gerencia de medioambiente. El reporte anual que publica el grupo da cuenta de todas esas prácticas y del desempeño de triple impacto (económico, social y ambiental), que se utiliza como herramienta para gestionar objetivos de mejora transversales.
Para las principales acciones en responsabilidad social y sustentabilidad, cada dos años se realiza un análisis de materialidad, una herramienta que usan muchas empresas para escuchar a sus grupos de interés.
“Consultamos a empleados, clientes, proveedores y organizaciones de la sociedad civil cuáles creen que son las temáticas que una empresa como Telecom debería incluir en una estrategia de RSE”. En el último análisis, la protección de menores en internet fue algo tan demandado, tanto desde el público interno como del externo, que sirvió como puntapié para pensar en programas que dieran respuesta a esa necesidad.
Ciudadanía digital y robótica. En el nivel primario, Mi Lugar es un programa que desde hace cuatro años lleva a las aulas de los últimos grados temáticas relacionadas al ser digital y a reconocer las oportunidades, pero también los riesgos a los que niños y adolescentes se exponen en internet.
De allí surgieron talleres dirigidos a docentes, para aplicar en forma didáctica la tecnología en el aula. A nivel secundario, la robótica es la herramienta elegida para estimular la creatividad y acercar a los estudiantes al mundo de la programación.
Herramientas para el trabajo y la inspiración. Con foco en jóvenes que no estudian ni trabajan y en la cantidad de puestos en el rubro tecnológico que quedan vacantes todos los años, Telecom implementó Digit@lers en 2017.
En ese marco, días atrás se desarrolló en Córdoba –participaron chicos que ya están aprendiendo programación con Digit@lers– una jor nada denominada “Historias que inspiran”, una iniciativa para estimular a jóvenes a pensar un futuro laboral digital, conectándolos con experiencias de otros que cambiaron su vida con la tecnología.