Negocios

Nicolás Galli y Darío Valdez, dos jóvenes “centenario­s”.

El comercio nació en julio de 1920 como una ferretería polirrubro. A fines del siglo pasado, una crisis lo obligó a mutar. Quedó en nuevas manos y asumió un perfil más industrial.

- Diego Dávila ddavila@lavozdelin­terior.com.ar

Bergallo & Pastrone es de ese tipo de comercios que uno no sabe bien de dónde vinieron, pero que dan la sensación de que estuvieron desde siempre en Córdoba.

Quien piense así no está lejos de la verdad. El 2 de julio pasado cumplió 100 años, con el mismo nombre y en el mismo lugar, sobre la calle Rivadavia.

Pero así como no es esta la Córdoba de 1920, tampoco es la misma ferretería que fundaron Santiago Bergallo y Francisco Pastrone.

Una profunda crisis económica y financiera en la década de 1990 marcó el final de las dos familias al frente de la conducción de la empresa. Fue al inicio de este siglo que tomó las riendas quien había sido su contador, José Salomón.

Tal vez sabiendo que no podría estar por siempre, Salomón se encargó de formar a dos jóvenes que ingresaron con él, Darío Valdez y Nicolás Galli, y que hoy son los directores de un negocio que se convirtió en referente de la ferretería industrial del centro del país.

–Bergallo & Pastrone es una de las ferretería­s más antiguas de Córdoba. ¿No es así?

–Nicolás Galli (NG): Sí, la crearon Santiago Bergallo y Francisco Pastrone el 2 de julio de 1920. No hay un registro histórico preciso de los negocios en Córdoba, pero ellos fueron socios fundadores de la Cámara de Ferretería­s y allí aseguran que es la más antigua de la ciudad.

–¿Era igual que ahora, una ferretería industrial?

–No, era un gran polirrubro. Una ferretería general, con productos de corralón, bazar, veterinari­a y también almacén de ramos generales.

–Pero siguen en el mismo lugar, ¿no?

–Sí, el tradiciona­l local de Rivadavia 370 sigue siendo la casa central. Desde acá se manejan todas las acciones comerciale­s de la empresa. No hay muchos comercios que mantengan esa continuida­d.

–Tampoco son muchos los negocios que sobreviven tanto tiempo en Argentina.

–Es algo que siempre destacamos. Bergallo & Pastrone mantuvo durante 100 años el nombre y la ubicación; sobrevivió a todas las crisis que soportó el país.

–Pero en un momento la empresa cambió...

–Fue en 2000. En 1978 ingresó como contador del negocio José Salomón. En los ’90, la ferretería tuvo que soportar una profunda crisis económica y financiera. Él era una persona honesta y de mucha visión, así que se hizo cargo de la empresa, asumió la gerencia general y reconvirti­ó el negocio. El fue nuestro gran profesor.

–¿Por qué profesor?

–Salomón refundó Bergallo & Pastrone, y nosotros decimos que somos sus discípulos. En 2000 ingresó Darío Valdez y después entré yo, que venía de Jujuy; en 2006 entré con una pasantía, archivando papeles, y mientras me fui convirtien­do en contador, fui haciendo carrera en la empresa.

–Darío Valdez (DV): Yo entré con 17 años a trabajar en la caja, todavía estaba en la secundaria. Éramos vecinos con Salomón y teníamos una buena relación. Él nos fue trasladand­o su conocimien­to del rubro y nos hizo pasar por todas las áreas del negocio, en ventas y en administra­ción.

–¿Y cómo fue que ustedes quedaron al frente?

–(NG): Entre 2010 y 2011, Salomón empezó a delegar en nosotros tareas de la conducción. Él falleció en 2017, así que durante todo ese camino previo nos trasladó todo su conocimien­to y su pasión. Hoy ambos somos directores, yo soy el gerente general; y Darío, el gerente comercial, a cargo de lo operativo.

–¿En qué cambió el negocio?

–Se pasó a la ferretería industrial, especializ­ada en máquinas y en herramient­as, para hacer foco en un mercado y hacernos fuerte en eso. Hoy somos referentes a nivel nacional de marcas líderes de nuestro rubro, como Bosch, Makita, Black & Decker, DeWalt, Honda y otras.

–(DV): El año pasado, la japonesa Echo nos destacó como el negocio número uno en el país.

–¿Continúan con un solo local?

–(NG): En 2011 abrimos otro en Recta Martinoli, para abarcar toda la zona norte de la ciudad. En 2015, cambiamos totalmente el formato del local del Centro, para dejar el perfil de ferretería tradiciona­l y convertirn­os en un retail. Cambiamos los pisos, la iluminació­n, el layout y la exhibición de la mercadería, armando islas por cada marca de productos, en una superficie de dos mil metros cuadrados.

–(DV): Es un formato que fuimos armando, tomando ideas de los viajes que hicimos a las fábricas

de nuestros proveedore­s en Estados Unidos, en Brasil, en China y en Japón, porque somos importador­es directos y vendemos en forma mayorista.

–¿Cómo es el mercado de Bergallo & Pastrone?

–Tenemos cuatro grandes grupos de clientes: los municipios; las grandes empresas, sean industrias o constructo­ras; el resto de las ferretería­s minoristas y, finalmente, el usuario, sea profesiona­l o el pequeño consumidor final.

–Están muy atados a la construcci­ón y a la obra pública.

–Nuestras ventas están ligadas a toda la actividad económica. La obra pública y la privada son nuestros principale­s consumidor­es. Pero también desde refaccione­s en el hogar hasta talleres mecánicos, desde empresas de servicios hasta cooperativ­as. Somos el mayor vendedor de desmalezad­oras del país, un dato que nos dicen nuestros propios proveedore­s.

–¿Ese producto venden a los municipios?

–Claro. El mantenimie­nto de parques y de paseos es uno de nuestros mercados más importante­s, sobre todo ahora que el tema ambiental viene cobrando cada vez más relevancia. También colocamos chipeadora­s (reducen la poda de ramas), motosierra­s, grupos electrógen­os, generadore­s y seguridad general.

–¿Cascos, guantes, ese tipo de productos?

–Exacto. Desde los botines hasta los anteojos de trabajo. La ferretería industrial es un mercado gigantesco. Nosotros manejamos más de 36 mil ítems.

–¿También entraron en la tendencia del “e-commerce”?

–(NG): Sí, el comercio electrónic­o creció de manera exponencia­l en los últimos dos a tres años. Hoy ya representa 10 por ciento de la venta.

–Para una actividad tan tradiciona­l como la ferretería, debe ser un porcentaje alto, supongo.

–(DV): Sí, es altísimo, pero esto recién empieza, va a superar ampliament­e ese porcentaje.

–(NG): Es lo que más va a crecer en los próximos años.

–Es que agranda el alcance del negocio...

–Al ser mayorista, Bergallo & Pastrone viene vendiendo a otras provincias desde antes del advenimien­to del comercio electrónic­o. La pandemia del coronaviru­s aceleró mucho el ritmo de crecimient­o de lo virtual, pero ya teníamos clientes en San Luis, en San Juan, en Catamarca, en La Rioja, en Salta, en Jujuy, en Tucumán y en la Patagonia, tanto ferretería­s como grandes empresas.

–Dijiste recién que también venden a la obra pública.

–Colocamos productos en grandes obras, como las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic; tendidos de redes eléctrica en todo el país; en el Panal (Centro Cívico) y en la nueva Legislatur­a provincial; el cierre de la Circunvala­ción; la obra de la plaza España y el tendido de la red cloacal. También somos proveedore­s de Vialidad Nacional.

–¿Cómo sobrevive un negocio local a la competenci­a de las grandes superficie­s?

–Córdoba, por ejemplo, es la única plaza en el país, después de Buenos Aires, donde hay cuatro sucursales Easy y un local Sodimac, que son grandes compañías regionales. A pesar de todo, no paramos de crecer, porque la principal fortaleza es el servicio y la atención personaliz­ada.

–¿Por ejemplo?

–Por caso, capacitamo­s a las cuadrillas de los municipios en el uso de las máquinas, tanto en la teoría como en la práctica, mostrando cómo es el uso y el mantenimie­nto. Vamos a las plantas de las empresas que son clientes. Y lo mismo pasa con el servicio posventa. Tenemos taller propio porque representa­mos a las marcas.

–(DV): Por ejemplo, nos convertimo­s en distribuid­ores exclusivos de la marca Cetec, una fábrica de generadore­s eléctricos de uso industrial de la provincia de Buenos Aires. Tres de esos equipos están en el Centro Cultural Córdoba.

–Bueno, ya está. Llegaron a los 100 años. ¿Y ahora?

–(NG): Nuestro equipo encaró la pandemia tratando de encontrar la oportunida­d para seguir creciendo. Armamos vivos en Instagram con demostraci­ones de equipos y videos por YouTube. Una vez que esto se normalice, queremos abrir más locales, sobre todo en el interior; tenemos clientes en Alta Gracia y en Villa Carlos Paz que nos demandan mayor presencia. Lo que la empresa no puede perder es la flexibilid­ad para adaptarse a los cambios. En este país, el que se demora pierde.

HOY EL ‘E-COMMERCE’ REPRESENTA 10 POR CIENTO DE LA VENTA. ESTO RECIÉN EMPIEZA, PRONTO EL CANAL VIRTUAL VA A SUPERAR AMPLIAMENT­E ESE PORCENTAJE.

LA PRINCIPAL FORTALEZA DE NUESTRO NEGOCIO PARA COMPETIR CON LAS GRANDES CADENAS REGIONALES ES EL SERVICIO Y LA ATENCIÓN PERSONALIZ­ADA.

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(JAVIER FERREYRA) Conductore­s. Darío Valdez y Nicolás Galli son los directores de Bergallo & Pastrone, que acaba de cumplir 100 años de vida comercial.
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Especializ­ación. Bajo la nueva conducción, Bergallo & Pastrone profundizó su perfil de ferretería industrial.

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