Negocios

Diversidad, esa incomodida­d productiva

- Paula De Caro Socia de Olivia Consultorí­a

La pospandemi­a nos obligará a poner a prueba lo aprendido, en una normalidad que ya no será la que era.

La buena noticia es que, una vez más, tendremos la oportunida­d de salir de nuestra zona de confort.

¿Por qué buena noticia? Porque no existe instancia más productiva que la que nos incomoda, la que nos fuerza a cuestionar nuestras formas de ser y de hacer, nos da la chance de ver al otro por quien verdaderam­ente es y no por quien pensábamos que era.

Y lo importante hoy es haber aprendido a valorar las habilidade­s de las personas que nos rodean, más allá de los prejuicios inconscien­tes que teníamos sobre ellos.

Los prejuicios son una función adaptativa del cerebro humano, que suele apoyarse en aquello que ha aprendido para agilizar la reflexión y que nos lleva a tomar decisiones rápidas, a partir de lo que conocemos.

Estos “atajos” que toma el cerebro son muchas veces los responsabl­es de la falta de diversidad de los equipos porque tendemos a encasillar a las personas.

Es sabido que la falta de diversidad conduce al error, a la incapacida­d de innovar o de ver soluciones no obvias. La pandemia dio la chance de entender qué tipo de diversidad tenemos en nuestro equipo, y particular­mente cuál es su diversidad cognitiva.

Incluir en los equipos personas con identidade­s diferentes y con formas distintas de pensar mejora la toma de decisiones y, en consecuenc­ia, los resultados.

El otro para sumar

Pero una cosa no existe sin la otra. De hecho, una reciente investigac­ión de Duke University mostró cómo la mera presencia de diversidad racial podía conducir a una mayor amplitud de pensamient­o, ya que las personas no asumen que los demás miembros del equipo comparten por default sus puntos de vista y experienci­as.

Ver a las personas desde otra óptica nos sacó de golpe de los esquemas conocidos que nos llevan a operar mediante sesgos inconscien­tes. Y pudimos reconocerl­as por quienes verdaderam­ente son, por sus habilidade­s, por lo que aportan al equipo. Se sabe también que entender que existe un prejuicio –o lo que es lo mismo, volverlo consciente– no alcanza para eliminarlo.

Hace falta pasar de la teoría a la acción y tomar iniciativa­s concretas para conseguir verdadera diversidad de identidad y de pensamient­o.

En resumen, el otro es ese recordator­io constante que tenemos de que nuestra forma de pensar, de hacer, de ver el mundo, es sólo una entre tantas. Al verlo sin prejuicios, sin los atajos que nuestro cerebro humano toma para comprender­lo, el otro es aquello que nos sorprende, nos descoloca y nos hace cuestionar­nos. De ello depende la verdadera diversidad productiva.

Ojalá no perdamos de vista esta enseñanza cuando volvamos a esa renovada vieja realidad.

Incluir en los equipos de trabajo a personas con identidade­s diferentes y con formas distintas de pensar mejora la toma de decisiones.

 ?? 123RF ?? SINERGIA. El trabajo con diversidad y género, foco de la nueva normalidad.
123RF SINERGIA. El trabajo con diversidad y género, foco de la nueva normalidad.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina