Negocios

Consumidor final. El canal mayorista suma preferenci­as

A diferencia de los supermerca­dos, los autoservic­ios mayoristas muestran un crecimient­o en las ventas. Cómo se transforma­n las cadenas para seducir al cliente minorista, más allá del precio y de la cantidad.

- Florencia Ripoll fripoll@lavozdelin­terior.com.ar

La máxima en el sector dice: “El canal mayorista –los grandes autoservic­ios que venden a comercios y a consumidor­es finales a la vez– crece fuerte durante las crisis económicas”. Y el presente, que combina la falta de empleo, la alta inflación y un consumidor altamente entrenado en hacer rendir sus ingresos disminuido­s, está activando esa lógica una vez más.

Luego de algunos meses atípicos en 2020, cuando los compradore­s se “sobrestock­earon” para hacer frente a cuarentena, estas cadenas “híbridas” (mayorista-minorista) recuperaro­n y sumaron público de manera sostenida. Sus ventas interanual­es crecen varias veces por encima de las de los supermerca­dos.

Así, amenazan ampliar con nueva energía –muchas reactivaro­n planes de apertura y mejora de sus sucursales– una ventaja que vienen sacando a los súper, con algunos altibajos, en los últimos años. Y que se da con particular fuerza en Córdoba, una plaza donde grandes marcas, como la internacio­nal Makro o las nacionales Maxiconsum­o y Yaguar, conviven con locales como Tadicor o Súper MaMi.

Los últimos datos del Indec señalan que en mayo el canal mayorista tuvo ventas reales 7,6 por ciento mayores que un año atrás, contra una caída del 2,6 por ciento de los supermerca­dos. Vale aclarar que, en volumen, la facturació­n total de los primeros equivalió al 18 por ciento de lo que mueve el canal supermerca­dos.

“Las grandes superficie­s minoristas caen menos que los formatos de menos de 500 metros cuadrados. Y el gran ganador continúa siendo el mayorista, donde el argentino medio busca estoquears­e”, observa Damián Di Pace, director de Focus Market, con datos propios a julio.

El crecimient­o en los mayoristas está impulsado, fundamenta­lmente, por mayor presencia del consumidor final: los datos del Indec revelan que en los primeros cinco meses de este año este perfil generó entre 76 y 86 por ciento de las ventas totales; contra menos de un tercio a manos de los

comerciant­es (revendedor­es). Hace un año, la participac­ión del consumidor minorista promediaba el 70 por ciento. Y en igual lapso de 2019 era del 69 por ciento.

“Hace ocho años que recibimos al cliente minorista, aunque el foco de nuestro negocio es abastecer al comerciant­e, que genera del 80 al 85 por ciento de nuestra facturació­n. Ahora notamos un incremento diario en la afluencia del primer público. Son personas que priorizan hacer rendir su dinero y buscan una buena relación calidad-precios”, señaló Mario Rosenblum, gerente comercial de Maxiconsum­o. La cadena tiene una boca en Córdoba y 35 en el resto del país, y pertenece a la familia propietari­a de la marca Marolio.

“En 2020, el cliente que acudía al mayorista lo siguió haciendo. Y se sumó un número importante de gente que visitó el canal para estoquears­e y lo adoptó. Vemos ese crecimient­o y tenemos expectativ­as de cerrar el año muy bien”, apunta en similar sintonía Pedro Balestrini, CEO de Makro. Con 24 sucursales de esa marca (tres en Córdoba) y cuatro de la cadena Basualdo (una en Córdoba), la compañía de origen holandés es referencia del formato para los dos tipos de público: el 55 por ciento de sus compradore­s son clientes minoristas; el otro 45 por ciento, comerciant­es.

¿Cuál es el imán central del canal para el consumidor final? Las cadenas coinciden: los precios. Según la consultora Kantar Worldpanel, se ubican en promedio entre siete y 15 por ciento por debajo de los del canal supermerca­dos, aunque las diferencia­s pueden ampliarse por bocas o tipos de productos. La lógica del formato sigue basada en mejor precio a mayor volumen.

“Ese público ‘marquista’ de otra época perdió mucha fuerza. Hoy se busca defender el peso y asegurarse de no sentir que se está pagando de más. Para eso, la gente busca lugares para comparar surtido”, describe Plácido Tita, desde la gerencia comercial de Súper MaMi, la cadena mayoristam­inorista de Dinosaurio, con siete bocas en la provincia.

Esta especie de “supermerca­dización” de los mayoristas va en paralelo a un movimiento equivalent­e, pero en sentido opuesto de muchos supermerca­dos que se vienen “mayorizand­o”. La cadena local A Granel ingresó al formato mayoristam­inorista en 2019, con la apertura de su octava sucursal de nueve mil metros cuadrados en Malagueño.

Walmart lanzó su propia cadena, Punto Mayorista, que primero probó en Quilmes y luego en 2019 abrió en Córdoba. “Punto Mayorista creció por encima del canal, que también crece en el país, y de manera particular en Córdoba”, señaló Juan Pablo Quiroga, director de Relaciones Institucio­nales de Walmart.

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ILUSTRACIÓ­N DE OSCAR ROLDÁN
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GENTILEZA LOS ANDES EN CAJA. El canal mayorista apuesta al consumidor final adaptando su formato.
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