La gran fiesta del futuro
“Iguazú en concierto” representa una apuesta al desarrollo profesional y, sobre todo, a la socialización de niños y jóvenes de distintos lugares del mundo. Una muy buena experiencia.
Concluyóla séptima edición y, por suerte, ya hay promesa de octava. “Iguazú en concierto” es una idea que nació en la cabeza de la fagotista Andrea Merenzon, con financiamiento del Consejo Federal de In- versiones, la provincia anfitriona, el Ministerio de Turismo de la Nación y algunas empresas privadas. Se trata de reunir a niños y adolescentes, que llegan a Iguazú para tomar clases con un grupo de profesores argentinos, dar conciertos e integrarse a la orquesta para el recital de cierre.
En este 2016 hubo participantes de Trinidad y Tobago, Suiza, Ziimbabwe, Perú, Ucrania, Francia, Chile, Paraguay, Brasil y de varias provincias argentinas. Hubo solistas virtuosos elegidos en voto por internet y por los organizadores del festival: la cantante y chelista británica Adelaide Harliono o los argentinos Victoria Marzyca (violín) y Tahiel Lucero (piano). Hubo música clásica y géneros populares de los más variados. Este año, el festival se dedicó a la comedia musical. Sonaron canciones de “Los miserables”, “Hello Dolly”, “Mary Poppins”, “Singing in the rain” o “West Side Story”, entre otras. Pero en la mezcla de músicas, convivieron autores como Gardel, John Lennon, Paganini, Tchaikovski, Chopin, Ramón Ayala, Gloria Estefan, Robert Plant, Joe Zawinul, Chico Buarque, Freddie Mercury, etc. Y bailarines clásicos y regionales, y trajes, y colores. Una fiesta que crece y mira al futuro.