Cambiar expectativas
El Gobierno trata de recuperar la iniciativa. Cómo “comprar” paciencia hasta el 2017.
De
acuerdo con el plan de or - denar la situación macroeconómica, el Gobierno intenta pagar una antigua deuda con la clase pasiva por la mala liquidación de las jubilaciones. Además de pagar las sentencias judiciales y actualizar haberes, el plan también incluye la Pensión Universal a la Vejez. Es una medida necesaria que le dará mayor impulso a la demanda interna, pero no deja de ser arriesgada en términos de equilibrio fiscal debido al creciente déficit operativo de la ANSES. Si bien un resultado exitoso del blanqueo de capitales puede traer cierto alivio, todo indica que más temprano que tarde deberá utilizarse el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (como ya empiezan a admitir los funcionarios).
En realidad, el Gobierno busca recuperar la iniciativa luego de una primera etapa dura, llena de decisiones antipáticas. Ahora ofrece saldar una vieja deuda con los jubilados que reclaman por la mala liquidación de sus haberes entre 2002 y 2006, situación que afecta a casi 2.500.000 personas (en ese período sólo se ajustó la jubilación mínima). El proyecto, en primer lugar, apunta a pagar a 70.000 jubilados que ya cuentan con sentencia firme, a otros 380.000 que iniciaron el juicio pero aún no tienen sentencia firme sólo se le reconocerá el retroactivo de 4 años en tanto que al resto de 1.800.000 jubilados que, teniendo las condiciones de reclamar, no iniciaron el litigio, se les ofrecerá incrementar sus haberes actuales entre un 35% y 45%. Finalmente, se crea una Pensión Universal a la Vejez (PUV) para que otras 780.000 personas en edad de jubilarse que no cumplieron con los años de aportes correspondientes accedan a una pensión que será el 80% de la jubilación mínima.
Si bien con este paquete de medidas el Gobierno trata de saldar un reclamo histórico y apunta a reactivar el consumo en el corto plazo, el costo no es para subestimar y obliga a tener un plan financiero sustentable, pues el monto de los juicios a pagar suma unos 75.000 millones de pesos anuales y la actualización de haberes y la PUV implican un gasto adicional de 90.000 millones de pesos por año, respectivamente. A esto se suma que, con el fallo de la Corte respecto de la devolución del 15% de la coparticipación a las provincias, los ingresos de la ANSES también se verán comprometidos, empeorando la delicada situación fiscal que atraviesa. En los últimos tres años, el ejercicio fiscal de la ANSES presentó un fuerte deterioro. Las moratorias para que más personas accedan a las jubilaciones sin los aportes correspondientes no fueron correspondidos con un alza en los ingresos. El resultado operativo pasó de estar equilibrado en el 2011 a registrar un déficit de casi 60.000 millones de pesos el año pasado. Esta tendencia se mantuvo en los primeros cuatro meses del año y el déficit llegó a los 22.000 millones de pesos, casi cuatro veces mayor al del mismo período del año pasado por lo que si se mantiene