Más promesas que realidades
Prat-Gay creyente; el trabajo sucio del ajuste y los tarifazos permitiría mejorar en marzo '17.
La
recesión de la economía argentina no solo es heredada sino que fue profundizada por el actual gobierno. El nuevo Indec, con sus números ya depurados, confirmó que el primer trimestre de Mauricio Macri en el poder fue claramente recesivo: la actividad económica cayó 0,7%. Tercera caída consecutiva trimestral. O sea, nada que no fuera previsible: el "modelo" bastoneado por CFK y Axel Kicillof transfería su propia estanflación y Macri compartía, obligado, las consecuencias de lo que ya representaba el cuarto o quinto período de recesión en los últimos ocho años de PBIs negativos.
Pero el nuevo gobierno aportó lo suyo propio: pese a las expectativas generadas por Cambiemos, la inversión privada se desplomaba un inédito -3,8% interanual y el consumo privado crecía menos que nunca, 1%, contra subas a tasas trimestrales an- teriores de entre el 5% y el 8%. Lógicamente, en los primeros meses, retrocedió todo: la actividad agropecuaria, la industria y la construcción.
Pasados esos sinsabores del primer trimestre, los economistas independientes proyectan ahora, para el segundo semestre -en el que supuestamente bajaría la inflación y crecería la inversión-, un escenario con bajas más pronunciadas. Se habla de caídas de hasta el 3%. El PBI retrocedería otro 1%, por lo menos. El primer trimestre no fue bueno, pero lo peor de este ciclo se va a ver en el segundo, pronostica el economista Dante Sica director de la consultora ABECEB: "La debilidad se verá profundizada cuando se conozcan los datos del segundo trimestre", sinceró.
Mientras la política juega a culpar de este cuadro económico-social a la desbandada tropa K, o por el contrario, a la "derecha" macrista, lo cierto es que todavía no hay síntomas de una recuperación económica de corto plazo. Tampoco indicios serios de un próximo colapso. El economista Orlando Ferreres ya registra y estima la caída anual en la actividad económica y la producción industrial. El ministerio de Trabajo confirma el estancamiento en la creación de empleo. La inflación baja tan suavemente que se mantiene en el 44% anual, según el IPC porteño. No parece que estos datos vayan a empujar la productividad y la reactivación.
En cualquier caso, Prat-Gay admite que no llegará antes de fin de año. Sus pronósticos podrían cumplirse recién a partir de marzo del 2017. En el Consejo de las Américas, por ejemplo, quiso calentar los motores: "Apúrense, porque el tren ya salió de la estación". Pero los que lo escuchaban -inversores y analistas de Wall Street, aclararon que invertir toma su tiempo, por ejemplo el necesario para conocer la gobernabilidad del gobierno de Cambiemos. El ministro contratacó en un punto: la Argentina es un faro de estabilidad en la región y tendría la ventaja de haber producido ya el trabajo sucio de acomodar la herencia y ajustar las cuentas aún salvajemente (como ocurrió con los tarifazos).
Marcelo Midlin, dueño de Pampa Energía, una de las empresas pro-K que ya anunciaron nuevas inversiones, alentó el apuro: "Solo si tomamos