ANTECEDENTES CORONARIOS
Ciò che il cuore conosce oggi, la testa comprenderà domani”, dice un viejo proverbio italiano que advierte que el corazón se anticipa siempre a la cabeza. Nunca fue más cierto el refrán de la tierra de Franco que en el caso de su hijo Mauricio: su “cuore” le avisó que el ritmo de vida y trabajo que estaba llevando era insano, y días de abrumarme”, le reconoció en marzo al diario Perfil.
En su círculo, la razón de este “avejentamiento” presidencial es explicada con bastante consenso. El estrés y la responsabilidad del cargo lo obligó a cambiar su ritmo de vida y de trabajo, al punto que lo sobrepasó. Los problemas que encontraron en el Estado, dicen desde el Gobierno, fueron más graves de lo que pensaban y desvelan a todos, en especial al número uno. Los funcionarios sufren con y por Macri, ya que él no puede desconectarse jamás: luego de la jor- que algo tenía que cambiar. La alerta que despertó la arritmia -primero negada de manera insólita y luego admitida pero minimizada- que sufrió el Presidente a principios de junio fue dramática: menos de una semana después el Gobierno agregó a dos nuevos doctores especializados en cardiología, Ramiro Santos y Christian Caroli, a la Unidad Médica Presidencial. A eso se nada laboral que en la Casa Rosada suele ser de 8 a 20 horas -cuando no hay algún evento nocturno-, al Presidente le cuesta horrores relajarse y más de uno tuvo que ponerse a trabajar a altas horas de la noche por su expreso pedido. Dicen, asombrados, que jamás lo vieron trabajar tanto. Está obligado a atajar penales cada día. Pero la gota que rebalsó el vaso fue la lesión en su rodilla a fines de junio. “Desde hace años que la mejor manera de desenchufar que tenía Macri era el deporte, sea el fútbol o el paddle. Ahora no puede hacer nada y le sumaron los nombramientos de Ernesto Pelusso, Laura Grynberg, Diego Hoffman y Juan Frágola a la organización que dirigen Simón Salzberg y Andrés Atamañuk. Todos ellos, ocho en total, son cardiólogos y sumados a los otros nueve doctores que completan la UMP, ya superan por cinco a los especialistas que mantuvo CFK durante su mandato.
La preocupación no es para menos, ya que Macri tiene una pesada herencia: su padre, su tío y su hermano tuvieron serias deficiencias cardioló- eso lo está matando. No es lo mismo para él leer un libro o ver una película que jugar a la pelota: la desconexión ahora no es total”, dice alguien que conoce al Presidente desde hace décadas y que hoy trabaja en el Gobierno. La presión agobiante se fue acumulando en el tumultuoso primer semestre y, sumados a la reciente falta de ejercicio y a la “extenuante” gira por el exterior, el Presidente, por primera vez, colapsó.
Las obligaciones, además, provocaron un extraño fenómeno que a nadie se le escapa. “Hoy Mauricio se parece