Un liderazgo aún vigente
La principal compañía de alimentos del país preve dos años de ajuste y volver a crecer.
Una
empresa argentina, familiar, de origen italiano, multilatina y global”, suele definir el CEO y presidente Luis Pagani a su emblemática empresa Arcor. Este año lo volvió a recordar en el 65 aniversario: dijo que con ese perfil llegó a ser la primera empresa productora de alimentos en el país y líder mundial de la fabricación de caramelos. La empresa cuenta con 40 fábricas ubicadas en todo el país y en Brasil, Chile, Perú y México. Actualmente emplea a cerca de 21.000 colaboradores a nivel global. La empresa representa un modelo de gestión en la industria nacional: su propio sistema de distribución minorista, por ejemplo, realiza 3 visitas semanales a mas de 824.333 mil puntos de venta. Y cuenta con 362 distribuidores oficiales y 6.700 vendedores en todo el mundo. Da trabajo a más de 10.000 pymes contratadas como proveedores.
Pagani -hijo del fundador del Grupo Fulvio Pagani- fue realista en su exposición en la Universidad Torcuato Di Tella junto al economista Bernardo Kosacoff. Si bien advirtió que este año y el próximo serán de ajuste, y que la compañía, como en otras circunstancias críticas del país, ha tenido que salir a pelear la venta de sus productos porque el mercado está achicado y muy competitivo, defendió la estrategia de seguir invirtiendo en el país y en la región. “Este año nos encontramos un mercado en el que hay que ganar la venta, pero Arcor ha vivido momentos parecidos a lo largo de su historia -explicó el empresario-. Tal vez hacia fin de año se note una recuperación de la economía. Y para el 2017 veamos un crecimiento cercano a los 2 puntos en el PBI, que nos va a permitir recuperar la caída proyectada para este año de entre 1 y 1,5%. Pero volver al récord del consumo que fue el 2013, igual nos va a demandar tres o cuatro años”.
PELEAR EL MERCADO. El optimismo de Pagani, sin embargo, no termina de abarcar a Brasil, uno de los destinos fuertes de la facturación del Grupo: “Lo vemos más difícil que en la Argentina porque allí se mezcla una crisis política con una económica y hasta que no se resuelva el tema del 'impechmeant' (juicio político a Dilma Rousseff), que esperemos que sea a fin de agosto, no vemos un cambio. Igual, más de lo que ya cayó la economía brasileña, no creo que vaya a caer, llegó a su piso”. Ante ese escenario, el presidente de Arcor confía en la flexibilidad de sus empresas para adaptarse a diferentes contextos. De hecho, confimó que para el 2020 esperan tener cerrada la com-