Borges es para todos
Homenaje al célebre escritor en el CCK. “Ficciones de un tiempo infinito”, Sarmiento 151. Miér. a dgo. y feriados, de 12 a 19.
Proezala del inconmensurable escritor Jorge Luis Borges (1899-1986), que imaginó el Aleph, un punto conteniendo a todos los puntos del universo (situado en San Telmo), y que cada día escribe mejor. Proeza la de los programadores de “ese gigantesco elefante blanco” que posee una “increíble ballena azul” –como dice el crítico musical Federico Monjeau–, liderados por el ministro Hernán Lombardi y el director del CCK Gustavo Mozzi.
En ocasión de cumplirse 30 años de la muerte Borges, los hacedores le rinden merecido homenaje. “Ficciones de un tiempo infinito” desarrolla en el 2° y 4° piso diversas muestras que vinculan al autor con las letras, con precisa muestra (documentos, cartas, primeras ediciones) a cargo de Maximiliano Tomas, y también con las artes, el cine, la imagen del laberinto, las ciencias, los viajes en sala “Atlas”. Espectacular es la proyección simultánea de las 17 películas que Borges reseñó, presentadas por Andrés Di Tella y Andrés Levinson.
Borges, dice la curadora Gabriela Urtiaga –coordinadora del área plástica–, se multiplica en una propuesta multidisciplinaria y con artistas contemporáneos que reinventan el legado del escritor, materializado en obras de Matilde Marín, Pablo Lapadula, Edgardo Giménez, Marta Minujin. Se suman piezas de Emilio Pettoruti, las de su hermana Norah, de Leandro Katz, Horacio Coppola, Sara Facio, Pepe Fernández; y tantísimo más como el ominoso “Minotauro” de Tadeo Muleiro y la espléndida interpretación del laberinto en imágenes de Jorge Miño.
Fabulosos son el inmenso laberinto de papel de Andrea Moccio y los “Ascensores” de Leandro Erlich –con resultado borgeano: el visitante se ve reflejado al infinito– en Gran Lámpara (6° y 7° piso). Torrente de signos y colores en las cartas del Tarot inventadas por Xul Solar y en las cartas astrales que el gran artista confeccionó para los Borges.
“Borges, las matemáticas y otras ciencias” curada por Gustavo Zorzoli, rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, incluye el testimonio de 14 científicos y una de las piezas participativas más populares en esta sección. Es “Libros de arena” de Mariano Sardón, con animación por proceso digital de imágenes en tiempo real, arena y vidrio. Al remover la arena, las manos del espectador escriben un libro sin páginas, un texto sin rumbo que luego, tras otros movimientos, desaparecen. Juego también en “Lo recuerdo” (insinúa a “Funes el memorioso”) de Leo Núñez, donde el visitante teclea en una máquina frases que se transmiten en pantalla LED y que serán “recordadas” al día siguiente; y más, con escultura lumínica “Moebius display” de Martín Bonadeo, representación tridimensional del infinito en tira sin fin en movimiento (en LED).
El visitante encuentra piezas de Rirkrit Tiravanija, con mesas de ping pong con la frase “Mañana es la cuestión”, de Delia Cancela con su instalación “Repose... es sólo por el placer”, y las tres muestras de “200 años. Pasado, Presente y Futuro”, por la celebración del Bicentenario.