El gran ejemplo de un traidor”
Dejó la militancia para ejercer con garra y excelencia el periodismo. Su aporte al debate de la Argentina actual.
El
jueves 14, casi al filo del cierre de la edición anterior, José Antonio Díaz llegó como tantas veces hasta mi escritorio caminando a los saltitos:
–Te saco un pucho, queridooo...
Hablamos al pasar de su nota sobre “la pesadilla del gas” ante “el ajuste por las malas y las improvisaciones" del Gobierno. Y se fue a fumar, llevándose, como de costumbre, mi encendedor barato.
Una semana después, casi al filo del cierre, escribo sobre su muerte. Es raro que no esté. Imposible. Haber sido su jefe fue una tilinguería de la vida. El maestro era él. Y como tal partió: debatiendo en familia si se operaba o no, analizando con calma cada alternativa, escuchando la opinión de los demás, como editándose a sí mismo durante una reunión de sumario previsiblemente terminal.
SABER DE MACRI. Pocos periodistas amarraron su firma a una marca como “El Negro” Díaz a NOTICIAS. Escribió su primera nota en febrero de 1990, con la revista recién nacida. Entre zozobras inflacionarias, gobernaba Carlos Menem y el peronismo crujía. Inflación. Interna peronista. Siempre lo mismo. No somos nada.
Entre su función como editor de la sección Economía y sus frecuentes coberturas del verano en Punta del Este, JAD fue conociendo a fondo a los llamados “dueños de la Argentina” en general y a cada integrante del Grupo Macri, en particular.
Desnudó como ningún otro colega las intrigas familiares que enfrentaban a Franco con Mauricio, además de otros escandaletes sentimentales que los demás medios eludían.
No se puede creer la nota de tapa de hace exactamente seis años. El 24 de julio de 2010, con la firma de José, esta revista publicó en su portada un textual de Don Franco: “Mi hijo me sacó la empresa”. La nota detallaba los enojos mutuos entre padre e hijo a partir de que este último decidiera dejar de ser el delfín de SOCMA para iniciar su carrera política desde la presidencia de Boca Juniors.
José Antonio puro: “Durante más de 15 meses ni se hablaron. En el 2009 se reconciliaron formalmente, de un modo insólito: por medio de sendas cartas con supuestos 'arrepentimientos'. Por sus excesos paternalistas y despóticos el más viejo. Por