DIVERSIÓN CONTINUA
familias europeas durante sus vacaciones universitarias en el 2005. “Uno se la pasaba dentro de esos barcos magníficos recorriendo lugares increíbles, pero faltaban la diversión y los buenos amigos”, recuerda Wenkel.
Ambos socios fundadores convencieron a una compañía naviera de que les reservara diez barcos para salir a navegar con sus amigos el siguiente verano. Durante el invierno promocionaron el viaje en sus universidades y para la primavera, había un listado de 300 personas anotadas para acompañarlos. Cuando regresaron del primer periplo, postearon las fotos que habían tomado en Facebook. Recibieron miles de mensajes preguntando por ese viaje extraordinario. Al año siguiente duplicaron los barcos y, cuando en 2008 llegaron a los 100, sintieron que tenían un buen negocio entre manos.
Hoy, la compañía basada en Londres alquila 1.100 botes por temporada para sus 9.000 clientes, que les dejan una ganancia neta de un par de millones de dólares. Además, tienen otros negocios que suman a su cuenta bancaria: una academia para entrenar tripulación de donde seleccionan el personal para comandar sus embarcaciones (según dicen, “¡el mejor trabajo del mundo!”) y un ambicioso sitio: yachtandfriends.com, una web de alquiler de embarcaciones alrededor del mundo, que ofrece más de 2.000 barcos en 7 destinos.
CROACIA. El epicentro de esta movida son las playas del destino que desplazó a Francia, Grecia y España del centro de las vacaciones europeas. Ya en los años '60, reyes, estrellas de cine y magnates como Onassis, los príncipes de Mónaco, los Niarchos, los Radziwill, los Agnelli y hasta Truman Capote pasaban largas temporadas en las playas croatas. Medio siglo después, las cosas no han cambiado. Personajes difíciles de conformar como el millonario ruso Roman Abramovich, Bill Gates, Beyonce, Giorgio Armani, Steven Spielberg, Robert De Niro, Tom Cruise o el príncipe Harry, entre otros, adoran sus aguas de un color increíble, salpicadas con más de mil islas y bahías, que esconden cientos de hermosos lugares intactos, a los que se puede llegar sólo en barco, y que encierran pueblitos pintorescos cargados de historia. Además de sumar una hotelería y cocina de excepción, esta joya del Adriático tiene el activo que más valoran las celebrities: la privacidad. El paraíso vacacional con la ilusión del anonimato.