ARGENTINA EL HORROR LOCAL
Entre el 1° de junio del año pasado y el 31 de mayo último hubo 275 femicidios, con un promedio de tres mujeres asesinadas cada cuatro días, de acuerdo con estadísticas de la ONG La Casa del Encuentro. La mayoría de las víctimas tenían entre 19 y 50 años, y en el 80% de los casos conocían a sus asesinos: esposos, parejas, novios, ex de diverso tipo, padres, padrastros, vecinos. Solo en el 2015 la cantidad de mujeres fallecidas en circunstancias violentas fue de 286, por lo que 214 niñas y niños quedaron sin madre. Durante el mismo lapso murieron 43 hombres y niños en el marco de "femicidios vincula- ahí violando mujeres, golpeando a su esposa, la violencia y la desigualdad de géneros no son un problema de ellos. Es imprescindible cambiar esa mentalidad.
PERIODISTA: El problema de la violencia contra la mujer persiste inclusive en las naciones desarrolladas. ¿Por qué?
Katz: Porque muchas culturas, hasta las más igualitarias, continúan reforzando definiciones tradicionales de lo que es ser hombre. Dos ejemplos: la industria pornográfica aún es muy misógina, y la cultura deportiva, tan agresiva. Es posible tener igualdad formal entre los sexos, y aún así mantener aspectos sociales que refuercen el machismo. En Islandia, país que casi todos los años figura en primer lugar en el Global Gender Gap Report (Informe global sobre la brecha de género, un ránking que elabora el Foro Económico dos": varones que quedaron en la mira de los asesinos de mujeres. En marcos como este, Jackson Katz es terminante: nada como la igualdad entre sexos para terminar con la violencia. PERIODISTA: En Suecia hay una escuela en la cual las chicas son llamadas por un pronombre neutro y pueden vestirse y jugar como prefieran, sin tener que seguir los estereotipos. ¿Eso ayuda a reducir la violencia? Katz: Esa pregunta es difícil de responder, porque se trata de un problema del Primer Mundo. La gran mayoría de las personas viven en países donde Mundial que mide la igualdad entre los sexos basándose en datos económicos, políticos, educacionales y de derechos civiles), aún se debate para tratar de reducir el desfasaje salarial y aumentar la cantidad de mujeres en cargos políticos.
PERIODISTA: ¿Cómo se beneficiarían los hombres de una sociedad más igualitaria?
Katz: De muchas maneras. El mismo sistema que produce hombres que abusan de mujeres produce hombres que abusan de los mismos hombres. Muchos son víctimas de violencia, las niñas se casan en su infancia, no pueden ir a la escuela ni dar su opinión. Mientras eso sucede, en Suecia se discute si es necesario o no usar un pronombre neutro. Es un avance extremo, pero también casi una distracción del núcleo del problema. Lo que hemos concluidos luego de décadas de investigación es que los hombres con creencias tradicionales sobre cuál es el papel del macho tienen muchas más probabilidades de volverse violentos, en comparación con los educados en ambientes igualitarios. inclusive sexual, y ellos son la gran mayoría de las víctimas en crímenes como homicidios y asaltos. Los hombres no solo son los principales autores, sino también las mayores víctimas de esos crímenes. Si se modificaran los estereotipos de masculinidad la vida de ambos sexos sería mejor. Alcanza con imaginar el beneficio que tendrían los hijos de mujeres que sufrieron violencia, si hubiesen crecido con madres que no pasaron por esa situación. Un efecto de mejorar la calidad de vida en cualquier sociedad es mejorar la calidad de vida de las mujeres. Me refiero no solo al aspecto social, sino también al económico. Un estudio hecho recientemente muestra que las paridad entre los géneros incrementaría el PBI mundial es 28 billones de dólares de aquí al año 2025.
“El hombre con creencias tradicionales sobre el rol del macho es más propenso a ser violento que el educado en ambientes igualitarios.”