RELATOS ARGENTINOS
¿ Qué piensa el gobierno argentino de la caída, finalmente confirmada, de Dilma Rousseff? Al menos su canciller, que parece interpretar y ejecutar con prolijidad de ingeniera –estudió lo mismo que Macri– la visión macrista de las relaciones internacionales, está muy preocupada por el futuro del país vecino, y del Mercosur en general. El martes 30 de agosto en un salón del Alvear Art Hotel, durante un desayuno privado con empresarios, diplomáticos, funcionarios y formadores de opinión, organizado por la fundación Embajada Abierta, que preside el ex embajador Jorge Argüello, Susana Malcorra sinceró su alarma acerca de la situación denta y su entorno familiar y político). El partido, que concluyó esta semana un ciclo de 13 años en el Gobierno, ya ha dejó en claro que apostará por dos estrategias para atacar al presidente Michel Temer: “oposición firme” en el Congreso, y “denuncia del golpe” en ámbitos nacionales e internacionales, impugnando el impeachment por legítimo.
ALIADOS. En esa línea, la ex presidenta, Cristina Kirchner, se refirió a la destitución de Rousseff , acusando un "golpe institucional". "América del Sur otra vez laboratorio de la derecha más extrema. Nuestro corazón junto al pueblo brasileño, Dilma, Lula y los compañeros del PT. Se consumó en Brasil el golpe institucional: brasileña. Contó su desazón ante la negativa de los bandos políticos en disputa a sentarse a negociar una salida salomónica a la crisis institucional que sacude al Palácio do Planalto: la idea era congelar el impeachment contra Dilma, a cambio de un pacto para llamar a elecciones anticipadas, previa modificación consensuada de la norma constitucional que lo impide. Pero ninguno de los grandes actores involucrados se mostraron interesados en esa solución: parece que Temer le agarró el gustito al sillón presidencial y no tiene apuro en que se vote a un sucesor en las urnas; y al PT saliente, golpeado por tanto escándalo judicial de corrupción y por el derrumbe económico del país, le hace falta ganar tiempo para Nueva forma de violentar la soberanía popular", expresó la ex presidenta a través de su cuenta de Twitter. Otro aliado internacional del PT resultó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, criticando con dureza el proceso de juicio político que terminó anticipadamente con la presidencia de Dilma. Desde su cuenta en Twitter, Correa acusó al juicio político que terminó con la presidencia de Rouseff de ser "una apología al abuso y la traición" y el regreso a "las horas más oscuras de nuestra América". "Toda nuestra solidaridad con la compañera Dilma, con Lula, y con todo el pueblo brasileño", escribió Correa. El presidente de Ecuador anunció además que activará a su repre- reacomodarse antes de intentar recuperar el poder mediante elecciones populares. El resultado de esta mezquindad compartida es una peligrosa transición política y económica, para la que el gobierno entrante no parece estar demasiado sólido, según calculan en la cancillería argentina. A esta incertidumbre se le suma el explosivo escenario venezolano, que le mete presión al tablero regional, necesitado de un sabio barajar y dar de nuevo. Malcorra –quien descree de aplicar la cláusula democrática a Caracas, igual que el flamante gobierno brasileño, temeroso de un efecto boomerang– propone “desideologizar” la discusión diplomática, buscando un camino negociado, con los intereses sobre la mesa. Ella asegura que, tras años de relato y encierro ideológico, Sudamérica tiene mucho que ganar volviendo a la apertura pragmática. ¿Será otro relato? sentante diplomático en Brasil para oficializar su posición: una “flagrante subversión del orden democrático en Brasil, un golpe de Estado solapado". "Políticos adversarios y otras fuerzas de oposición se confabularon contra la democracia para desestabilizar al Gobierno y remover de su cargo de forma ilegítima a la Presidenta Dilma Rousseff”, agregó el texto oficial. “Ante estos hechos, el Gobier - no del Ecuador ha decidido llamar a consultas al encargado de negocios ante la República Federativa de Brasil”, anunció la Cancillería ecuatoriana en Brasil. Correa ya había atacado el proceso parlamentario contra Rousseff, a la que consideró una aliada regional, el mismo estatus que siempre otorgó a su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva. “El espurio procedimiento de destitución llevado adelante en instancia legislativa, no cumplió con el requisito fundamental de probar que la mandataria haya cometido delitos”, escribió la Cancillería.