FAMILIA LOS PARIENTES K
Nunca en su vida Aranguren se sintió tan odiado. En su núcleo más íntimo, también tiene frentes abiertos. Por un lado su hermano Gabriel y su sobrino Tomás y por otro su consuegro, Eduardo. Todos simpatizantes kirchneristas que logran que el ministro no esté tranquilo ni en su propia casa. “Yo soy muy crítico y él lo es sobre la gestión anterior”, le dijo Tomás al diario Perfil. Y agregó: “A veces jugamos con las cargadas. Él suele hacer chistes sobre Cristina, De Vido y Hebe de Bonafini; yo lógicamente con las figuras del PRO”.
El caso de su consuegro es aún más complicado, porque la diferencia ideológica hizo cortar la relación. Eduardo, electricista de profesión, es el padre de Juan Patricio, el marido de María Luz que es hija del ministro. El hombre no escondía su descontento con su consuegro en las redes sociales, pero cuando desde el diario Per- de sus servidores”.
Aranguren reaccionó tres días después del dictamen de la jefa de la OA vendiendo sus acciones de Shell, que cotizan en la bolsa de Ámsterdam. Convocó a su despacho a su escribano y al abogado de su ministerio. Se sentó en la computadora de su escritorio, el mismo que está decorado con tres réplicas de molinos de energía eólica y un rosario, y por banca electrónica se deshizo de ellas. Las había recibido año tras año durante su presidencia de Shell Argentina como parte de su sueldo. Vendió cada acción a 21 dólares, el mismo precio que tenían el 10 de diciembre, pero menos que el nivel que tuvieron du- fil intentaron contactarlo borró los mensajes. Mientras tanto, desde el entorno de Aranguren le aseguraron a esta revista que estaba molesto con que sus dilemas familiares hayan tomado estado público. rante los largos años en que las recibió de parte de su empleador, solo por encima del valor que tenían en la crisis mundial de 2009.
El ministro depositó lo recaudado por la venta de las acciones en la caja de ahorro en Holanda en la que ya tenía declarados al 31 de diciembre el equivalente a 4,2 millones de pesos. Entre los preparativos de la audiencia pública y el nuevo derrame de cianuro de la canadiense Barrick en la mina de oro sanjuanina Veladero, no tuvo tiempo de decidir en qué los invertirá. Tampoco sabe si los repatriará o los mantendrá en el extranjero, como hicieron otros funcionarios de Macri. Ansía confiar en el país que ahora cogobierna, pero también recuerda que el corralito de 2001 le atrapó y pesificó 18 millones de dólares, que terminó recuperando en cuotas con el Boden 2012 2012. Pero Aranguren se siente ah ahora con la conciencia tranquila, que se sacó un peso de encima, que lo podrán criticar por su política energética,ene pero ya no por su conduc conducta ética. Claro que sigue en ma marcha la causa por la que en ju junio fue imputado por el fisca fiscal Carlos Stornelli por presun presuntos ne-