MUCAMA DEPRESIÓN Y LLANTO
La causa que complica a la vicepresidenta Gabriela Michetti también afecta a su círculo más íntimo. Allí se encuentra su empleada doméstica, Norma Elizabeth Rojas Sánchez, que trabaja junto a la funcionaria desde hace 22 años y que, tras el robo, debió prestar su declaración patrimonial. La empleada, de perfil ultrabajo, entró en un estado de crisis y depresión tras escuchar su nombre en los medios de comunicación. “Lloraba todos los días”, le contaron a NOTICIAS desde el entorno de Michetti. Un cronista de esta revista fue a buscarla a la casa de su empleadora, pero no logró dar con ella, que por motivo de la depresión se había tomado unos días libres. “Gabriela confía ciegamente en Norma. La considera parte de su familia”, completan. En su declaración, la mucama contó que “Michetti guardaba dinero dentro de la habitación” y que colocaba los fajos “en un placard envueltos en pañuelos”.
Los críticos de la gestión de Cambiemos buscaron crear confusión en las redes sociales reemplazando la imagen de los pañuelos por bolsos, para asociarlos a una corrupción de gran escala. En la testimonial, además de contar su versión de los hechos del día que ocurrió el delito, Rojas manifestó que la funcionaria, con quien tiene “muy buena relación”, le paga $ 1.000 por semana. El ajuste también llegó a la casa de la vicepresidenta. v