Una universidad HISTÓRICA
Es la casa de estudios del Papa y sus orígenes se remontan a la Colonia. “El Salvador” –USAL–, pionera de la enseñanza laica, festeja sus 60 años.
La
Universidad del Salvador celebra 60 años. 80 carreras de grado, 65 maestrías, 30 proyectos en desarrollo y 30.000 alumnos. Entre los más ilustres de sus egresados se encuentran Jorge Bergoglio, Dante Caputo, Gabriela Michetti, Nilda Garré, el cirujano Juan Carlos Parodi, Gustavo Cerati y Zeta Bosio.
Fundada por la Compañía de Jesús, la USAL tiene sus orígenes en el año 1622, cuando los misioneros jesuitas crearon en Córdoba la primera universidad del Virreinato del Río de la Plata. Otro hito llegará en 1944 con la fundación del Instituto Superior de Filosofía del Salvador. Una década después, su nombre cambió a Facultad de Filosofía del Salvador, donde ya estaban los institutos de Psicología y Sociología. Finalmente en 1956 la educación universitaria privada se hizo posible y se fundaron las “Facultades Universitarias del Salvador”, que a fines de 1958 serán rebautizadas como Universidad del Salvador (USAL).
Fue justamente Jorge Mario Bergoglio –licenciado en Teología en la facultad de San Miguel, que integra la USAL–, quien, como superior provincial de la Compañía de Jesús, transfirió la conducción a una asociación civil de laicos en 1975. “No estoy haciendo una propuesta a empresarios, estoy haciendo un pedido de compromiso eclesial a laicos en fe”, dijo entonces. Dentro de aquel grupo que hoy continúa al frente de la universidad, está el Doctor Juan Tobías, compañero de facultad y amigo de Bergoglio. Tobías es el rector de la USAL desde 1985 y reconoce que aquel fue un momento bisagra en el que había opiniones muy distintas en cuanto a lo que sería el destino de la Universidad.
“La Compañía de Jesús en la Argentina había decidido no destinar más sacerdotes al desarrollo de estas obras. Fue una crisis muy grave que sufrió el país y la Universidad Del Salvador, problemas económicos, de financiamiento, de protestas, de revueltas estudiantiles. Fue cuando (Bergoglio) nos eligió”. Al rector se le llenan los ojos de lágrimas y se le entrecorta la voz al relatar el primer contacto que tuvo con el ya Papa Francisco. “Fue impactante, porque aunque yo tenía relación anterior con Juan Pablo II y con Benedicto, el Papa es algo muy próximo pero lejano e importante… Y esta vez era mi amigo, pero era el Papa”. Sin ninguna burocracia previa, el mismo Francisco lo citó por teléfono: “Juan, te espero tal día a tal hora”. Tobías llegó al Vaticano una hora antes de lo acordado junto a su mujer y con una valija cargada de yerba, dulce de leche, Malbec, libros y cartas. Estaban esperando en una salita cuando de repente escuchó: “¡¿Te viniste a dormir la siesta al Vaticano?!”. A la carcajada, le siguió el abrazo apretado. “Nos recalca que la USAL conserve el espíritu, que nuestra alma matter sea pródiga en el país, que nos comprometamos y trabajemos bien”, cuenta Tobías.