La lección de la marihuana
El sociólogo norteamericano contestó las preguntas de NOTICIAS. Arte y prejuicios.
Es
la figura más importante de la sociología norteamericana de las últimas décadas, pero también tiene una gran influencia en Francia adonde –muchos creen– es el mejor contrapeso para el prestigio insoslayable de Pierre Bourdieu. Howard S. Becker (Howie, como todos los llaman), 86 años, nacido en Chicago, inauguró una nueva etapa en los estudios sociales alejándose de las estadísticas, las generalizaciones y las interpretaciones políticas para dedicarse a mirar de cerca a algunos pequeños grupos: estudiantes de medicina, músicos de jazz, fotógrafos.
Su método de trabajo –uno de sus principales aportes a la Sociología– se traduce en una escritura tersa y amable, apta para cualquier tipo de lector interesado en sus temas.
Su segunda vida como músico de jazz es parte de la leyenda alrededor de su figura, y su trayectoria incluye al arte como uno de sus principales intereses intelectuales.
En la Argentina, acaba de reeditarse uno de sus trabajos más famosos “Cómo fumar marihuana y tener un buen viaje. Una mirada sociológica”, un libro de los años '50 que marca el camino de sus temas y métodos posteriores. Esta línea de investigación tendrá su punto culminante en el texto “Outsiders” y su teoría de la desviación; resultado de la inmersión
Ysin prejuicios en los grupos a estudiar, para descubrir realidades muy distintas de las esperables, en sujetos considerados marginales, por ejemplo, los consumidores de drogas.
Para celebrar la reaparición de su famoso libro, NOTICIAS entrevistó vía mail a Howard Becker. Y aquí están sus opiniones sobre sociología, arte y métodos de trabajo.
NOTICIAS: Desde “Cómo fumar marihuana y tener un buen viaje”, usted parece demostrar que una observación detallada y sin prejuicios es la mejor manera de acercarse a la realidad. ¿Sigue pensando lo mismo?
Howard Becker: Sí, absolutamente. ¿Cómo hablar de realidades sociales sin hacer este tipo de observaciones?
NOTICIAS: ¿Cómo se eliminan los propios prejuicios para encarar una investigación?
Becker: Ése es un problema serio para todas las ciencias, y especialmente para las ciencias sociales. La manera como se maneja esta cuestión es imaginar qué tendrías que observar en el mundo para chequear tus ideas sobre “cómo son las cosas”, y buscar con rigor tales objetos de observación. En mi pequeño libro sobre la marihuana, propuse una idea acerca de cómo la gente aprendía a fumar y a “volarse”. Esto involucraba una enseñanza, que usualmente