Todo a pulmón para Hillary
Sufrío una neumonía y cayó en las encuestas. Su salud genera dudas.
Ya
me siento mucho mejor", enfatizó Hillary durante una entrevista con CNN. Desde hace unos días, la candidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos descansa por prescripción de su médica, y el presidente Obama debió tomar la posta de su campaña tambaleante. Clinton, de 68 años, es víctima de una neumonía mal tratada por la vorágine de la pelea electoral contra el republicano Donald Trump, lo que derivó en repeditos episodios de debilidad física en actos de campaña. El primero se dio hace una semana. Un ataque de tos que nunca cesó y derivó en la interrupción del discurso que daba en Cleveland, Ohio. "Cuando pienso en Trump, me agarra alergia", bromeó Hillary después del incidente. Pero los episodios se repitieron a los pocos días. Dos videos difundidos en Internet mostraron Clinton tambaleándose cuando trataba de entrar en un vehículo mientras agentes del servicio secreto la sujetan para que no se caiga. Para el equipo Trump fue un regalo, en el momento que el magnate inmobiliario empieza a repuntar en las encuestas. El republicano había advertido varias veces en su campaña sobre la vulnerabilidad de Hillary (en 2012 sufrió una conmoción cerebral).
MAREO. La ex primera dama explicó en la entrevista con CNN que el domingo pasado, durante la ceremonia en Nueva York en memoria de las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, sintió un mareo y perdió momentáneamente el equilibrio, pero recalcó que en ningún momento estuvo inconsciente. La candidata se había sentido "acalorada", por lo que fue llevada a casa de su hija Chelsea en la ciudad de Nueva York para descansar. La doctora Lisa Bardack confirmó en un comunicado que Clinton fue diagnosticada con neumonía. Y explicó que le recetó antibióticos y le aconsejó que descansara y modificara su agenda. "En el evento de esta mañana, sufrió un golpe de calor y se deshidrató. La acabo de examinar y ahora está rehidratándose y recuperándose muy bien", explicó la doctora Bardack. "Yo no creí que iba a ser un gran problema", dijo Clinton, que rechazó las acusaciones de que había ocultado su enfermedad y de haber actuado de manera poco transparente. Seguidamente, la canditada demócrata anuló los actos previstos en San Francisco y Los Angeles. Su marido, el ex presidente Bill Clinton, y el actual presidente Barack Obama salieron a cubrir el bache en la gira electoral. "No podría estar más orgulloso de los líderes que nominamos para ocupar mi lugar", señaló Obama ante una ruidosa multitud en Filadelfia, en referencia a la convención de julio en la que Clinton fue oficialmente nominada como candidata para las elecciones de noviembre junto a Tim Kaine. "Trabajaré lo más duro que pueda este otoño (boreal) para que Hillary Clinton sea elegida la próxima presidenta de Estados Unidos", manifestó Obama, que en enero termina su segundo mandato
GRIETA. "Esta no es la elección habitual entre partidos y políticas, entre la izquierda y la derecha", consideró Obama. "Esto es más fundamental. Es una elección fundamental sobre quién somos como pueblo. Es una elección sobre el significado de Estados Unidos". El presidente ensalzó la fortaleza de Clinton cuando la candidata demócrata más necesita proyectar esa imagen. “No se rinde”, “Hillary es dura” o “Ella no se detiene” fueron algunas de las frases que pronunció Obama en un mitin en Filadelfia, el primero que hace en solitario en la campaña.
Sin referirse explícitamente a la salud de Clinton, que ha cancelado sus actos públicos hasta recuperarse, Obama lamentó en Pensilvania, uno de los Estados más reñidos en las elecciones presidenciales de noviembre, que la candidata haya sufrido “más escrutinio” y “más críticas injustas” que cualquier otra